Una mujer de 60 años se debate entre la vida y la muerte en Tandil. Ayer, cuando volvía a su casa luego de completar su jornada laboral, fue sorprendida por su expareja, que, aunque tenía una orden judicial que le impedía acercarse a ella, quebró la restricción, la increpó y le disparó un tiro en la cara.

Se desconoce si María Alejandra Conesa trató de calmarlo o le pidió que se alejara en cuanto lo vio, en la calle Colombia al 200. También, si Guadalberto Casco, de 57 años, le mostró el revolver que había llevado consigo apenas la encontró o si lo extrajo luego de escuchar algo que no le gustó. Lo cierto es que tras un intercambio de palabras que escaló rápidamente hacia un brote de ira, él le disparó en la cabeza y, pensando que le había provocado una herida mortal, huyó.

Casco estaba denunciado por violencia de género y tenía una restricción de acercamiento hacia Conesa, dictada por la Justicia. Pero él conocía el trayecto que ella haría del trabajo a su casa. A la altura del 237 de Colombia la interceptó y, al cabo de la breve e intensa discusión, le disparó disparó en el ojo izquierdo con un revólver calibre 32.

El hombre escapó y dejó a su expareja tendida en la vereda. Cuando llegaron a atenderla, la mujer tenía un pulso débil. Fue trasladada de urgencia al hospital municipal Ramón Santamarina, donde los médicos constataron que la mujer había recibido una “herida de arma de fuego en el globo ocular izquierdo” y que el proyectil había ingresado a través del hueso esfenoides (que está detrás de la nariz y forma la cavidad ocular) y quedó alojado en el paladar.

Conesa fue intervenida quirúrgicamente de urgencia ayer, y permanecía esta mañana internada en terapia intensiva, con riesgo de vida, explicaron los voceros. Señalaron que en dicho procedimiento a la víctima se le reconstruyó parte de la fosa nasal, al tiempo que determinaron que no tiene comprometido su globo ocular.

Por su parte, personal de la comisaría 1ª de Tandil realizó un operativo cerrojo a partir de los primeros testimonios recogidos en el lugar del hecho y, con el apoyo de las demás seccionales de la jurisdicción, logró detener Casco en la calle Darregueira al 600. Además, los uniformados hallaron el arma utilizada, dos vainas servidas y dos proyectiles intactos.

Sobre el agresor, las fuentes indicaron que ya había sido denunciado por Conesa en la Comisaría de la Mujer en diciembre de 2022. Tras ser denunciado, la Justicia le había impuesto a Casco una restricción de acercamiento por el lapso de 90 días.

Investiga el hecho la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°21 especializada en Violencia de Género del Departamento Judicial de Tandil, a cargo de Andrea García.