Bajo el lema “Cuatro años más de progreso, España avanza”, el presidente Pedro Sánchez se presentó ante una multitud del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para celebrar su reelección. “Van a haber cuatro años más de Gobierno progresista”, afirmó.

El multitudinario acto se realizó en medio de la tensión de la oposición, integrada principalmente por el Partido Popular (PP) y el VOX, a los que Sánchez les dedicó unas palabras: “Nosotros sí tenemos un proyecto para España. La derecha y la ultraderecha solamente tienen insultos para la mitad de España”. Ante las cientos de banderas que había llevado la asistencia, sentenció: “Me encanta ver banderas de España aquí, porque nosotros también somos España”. “No va a haber ni Trump, ni Milei, ni Bolsonaro, ni el holandés Wilders, ni Feijóo ni Abascal”, remarcó.

El evento tiene lugar luego de la visita de Sánchez a Oriente, que concluyó con un choque diplomático entre Israel con España y Bélgica. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reprochó al jefe del Gobierno español y a su compañero de gira, el primer ministro belga, Alexander De Croo, que “no condenaran los crímenes contra la humanidad de Hamás”.

“Condenar los viles atentados terroristas de una banda terrorista como Hamás, y al mismo tiempo condenar la matanza indiscriminada de civiles palestinos en Gaza, no es una cuestión de partidos políticos ni de ideología, es una cuestión de humanidad”, declaró al respecto Sánchez.

Acompañado por la presidente del partido, Cristina Narbona, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, Sánchez organizó el acto para alentar a los militantes ante la creciente ola de agresiones de la ultraderecha a las sedes del PSOE, luego de los acuerdos que realizó con los separatistas para poder quedarse en el cargo. De esta forma, los socialistas aprobaron en el Congreso una ley de amnistía que garantiza la inmunidad de los nacionalistas catalanes que participaron en la frustrada declaración de independencia de 2017.