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La era de Messi: los 200 partidos de una fábula de amor

A Hugo Tocalli le había llegado el nombre. Entonces les preguntó a Saviola y a Sorin, futbolistas de Barcelona, sobre ese tal Messi, y le respondieron que no lo conocían. José Pekerman dirigía...

A Hugo Tocalli le había llegado el nombre. Entonces les preguntó a Saviola y a Sorin, futbolistas de Barcelona, sobre ese tal Messi, y le respondieron que no lo conocían. José Pekerman dirigía al Badajoz… y tampoco. Es que a finales de 2002, Claudio Vivas se había aparecido por el predio de la AFA con un video de Messi después de un viaje a España que había hecho con Bielsa. Pero a Hugo no le gustaban los videos, creía que podía haber empresarios atrás, él quería observar a los jugadores en la cancha. En 2003, en el Mundial Sub 20 de los Emiratos Árabes, Tocalli se castigaba por no haberlo visto a ese Messi… Mucho más cuando una tarde, paseando por suelo emiratí con el histórico Omar Souto –empleado de la AFA– junto a un delegado del club Valencia, el español le incrustó: “¿Por qué no trajiste al pibe de Barcelona? Es más que todos los que tenés acá”. Daga al corazón.

Tocalli se juró que al volver a Buenos Aires daría vuelta cielo y tierra para contactar a Messi, Mesi, Mecci o como se escribiera. Igual, el chavalito recién tenía 16 años y seguramente Hugo no lo hubiese llevado a la Copa Sub 20 de 2003 con tanta diferencia de edad. Al regresar se desató la búsqueda. Hasta que dieron con un teléfono. Atendió Jorge Messi y del otro lado de la línea preguntaron por Leonardo, porque en la AFA creían que Leo… era Leonardo. “Es Lionel –aclaró Jorge–, al fin lo llamaron porque mi hijo quiere jugar por Argentina”. El resto es bien conocido: desde el amistoso relámpago con Paraguay en la cancha de Argentinos, el 29 de junio de 2004, a la eternidad un 18 de diciembre de 2022, en Doha, Qatar.

En el medio, una gran porción del país lo despellejó. Eso, una y otra vez habló de nosotros, nunca de él, que siempre se comprometió con el escudo. Él nunca desertó. Y anoche, a sus 36 años, con una vieja cicatriz de un desgarro que no lo deja en paz, entró para que el Monumental vibrara. ¿Podría no haberse sumado a esta convocatoria y quedarse en Miami? Imposible. La lealtad no entiende de imponderables. Desde ese compromiso, el partido con Paraguay –vaya casualidad, donde todo comenzó– fue su partido número 200 con la camiseta albiceleste, en todas las selecciones (177 en la mayor, 18 en la Sub 20 y otros cinco con la Sub 23). Una vigencia impresionante de casi dos décadas. De talento y fidelidad. Una fábula de amor. Un romance que muchos tardaron en corresponder. Messi siempre sintió lo mismo, los demás se acomodaron. Es una obviedad que será inevitable extrañarlo cuando ya no esté. A él también le debe asustar imaginarse el vacío.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/la-era-de-messi-los-200-partidos-de-una-fabula-de-amor-nid13102023/

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