Contrario a los pronósticos negativos que los expertos tenían a inicios de 2023 sobre la sequía extrema que afectaba a buena parte de la costa oeste de Estados Unidos, nuevos datos revelan un panorama alentador en lo que respecta a las condiciones del clima en California, mismas que cambiaron radicalmente a partir de las intensas nevadas que ocurrieron el invierno pasado y las abundantes lluvias del verano por el impacto de la tormenta tropical Hilary.

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Al corte del 7 de noviembre, solo pequeñas áreas del norte de California y algunos rincones de los condados de Riverside y San Bernardino aparecen con la clasificación de “anormalmente secos” en el Monitor de Sequías de Estados Unidos. No obstante este es el nivel menos grave de la escala de observación y es indicativo de que una región está “entrando o saliendo de una sequía”.

Hace un año, en noviembre de 2022, prácticamente todo el Valle Central de California estaba catalogado como “sequía excepcional”, lo que llevó a las autoridades locales a establecer nuevas regulaciones para vigilar el uso del agua y a anunciar medidas de emergencia para garantizar una conservación más estricta de los recursos en todo el estado, según reportó el canal local KTLA.

La última vez que California estuvo libre de sequías fue en el período de marzo hasta septiembre de 2019, antes de experimentar una temporada de sequía moderada. Otro lapso sin preocupaciones por la disponibilidad de agua se repitió nuevamente de noviembre de 2019 hasta febrero de 2020, según la información de la plataforma de monitoreo administrada por el Centro Nacional de Mitigación de la Sequía de la Universidad de Nebraska-Lincoln.

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A pesar de los datos optimistas, la portavoz del Departamento de Recursos Hídricos de California (DWR, por sus siglas en inglés), Mary Fahey, habló con Axios y explicó que los acuíferos subterráneos, “una importante fuente de agua para el Estado” siguen en niveles críticos, a pesar del temporal extraordinario de lluvias.

“Aunque 2023 es una muestra de que podemos aumentar el ritmo y la escala de la recarga de las aguas subterráneas en tiempo real, hay esfuerzos a más largo plazo que son fundamentales para reducir la vulnerabilidad climática, aumentar la recarga de las aguas subterráneas, reducir los riesgos de inundación y apoyar los ecosistemas”, declaró la funcionaria.

Para entender el cambio en las condiciones ambientales de California se debe analizar lo sucedido a fines de 2022 e inicios de 2023, cuando la región fue el escenario de tormentas invernales históricas, que dejó los paisajes cubiertos por una densa capa de nieve que posteriormente ocasionó graves inundaciones.

Si bien aún es pronto para saber si algunas de estas condiciones se repetirán en la próxima temporada de frío, los expertos meteorológicos predicen que el fenómeno de El Niño tendrá una marcada influencia en los patrones del clima de California y ocasionará precipitaciones superiores al promedio, ríos atmosféricos fuertes y condiciones más húmedas al norte del estado.

Según el Centro de Predicción Climática, una división de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), existe una probabilidad del 90% o más de que estas condiciones de humedad en la región del suroeste de EE.UU. persistan hasta el final del invierno y los primeros meses de primavera.

No obstante, para Peter Gleick, científico del clima y del agua, las predicciones de una temporada de más precipitaciones en California en la época de octubre a abril son “notoriamente poco fiables”. En entrevista con Axios llamó a ser cautelosos con los pronósticos, especialmente cuando hay un fenómeno de El Niño en curso.