MENDOZA.- La decisión del Consejo de la Magistratura de finalmente suspender e iniciar el juicio político al poderoso juez federal mendocino Walter Bento, acusado de cobrar coimas para favorecer a presos, provocó remezón en la tierra cuyana. Sin embargo, en medio de la campaña para las elecciones del 11 de junio, primó el hermetismo y la cautela en todos los frentes. Por un lado, la noticia generó cierta celebración en el seno del radicalismo, y por el otro, una especie de “alivio” en las filas kirchneristas locales, que temían quedar “pegados” si los consejeros de la magistratura oficialistas defendían al juez o dilataban aún más las definiciones.

También, la voluntad de los consejeros fue considerada en los tribunales federales como un fuerte aval a la investigación realizada contra el magistrado del Juzgado Federal Nº1, quien deberá sentarse en el banquillo el 26 de julio, fecha de inicio del juicio penal. En tanto, ya se designó a sus remplazantes, tanto en el ámbito penal como en el electoral: el juez Marcelo Garnica, a cargo del Juzgado Federal Nº3, y Pablo Quirós, titular del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 2, respectivamente. Bento enfrenta un procesamiento firme por enriquecimiento ilícito, por recibir coimas en diez ocasiones, por asociación ilícita y lavado de dinero.

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Así las cosas, mientras se ordena el nuevo funcionamiento interno y operativo en los tribunales tras el apartamiento de Bento, que incluso ya tiene vedado el ingreso a su oficina, donde alcanzó a retirar sus pertenencias, la política mendocina mostró cierta distancia del caso durante las horas posteriores a la definición del cuerpo que controla y selecciona a los jueces.

Fueron pocos los dirigentes que se animaron a dar su parecer públicamente sobre lo determinado por el pleno de los consejeros. De hecho, en las redes sociales, donde a cada hora efectúan declaraciones y participan de acalorados debates sobre los más variados asuntos, no hubo menciones al respecto, sabiendo además que Bento ya no estará a cargo de la organización de los comicios nacionales en la provincia.

La decisión unánime del Consejo de la Magistratura, respecto de la suspensión del Juez Bento, va en la dirección correcta de sanear la justicia federal de Mendoza. Lamento la dilación en el tiempo que promovió el Kirchnerismo, perjudicando la imagen de todo el universo judicial.

Recién en las últimas horas, aparecieron algunas posturas. El senador nacional del radicalismo y candidato a la gobernación, Alfredo Cornejo, destacó lo hecho por el Consejo de la Magistratura. “La decisión unánime del Consejo de la Magistratura respecto de la suspensión del Juez Bento va en la dirección correcta de sanear la justicia federal de Mendoza. Lamento la dilación en el tiempo que promovió el kirchnerismo, perjudicando la imagen de todo el universo judicial”, señaló el exmandatario mendocino, que busca volver al sillón de San Martín.

Por su parte, en el kirchnerismo mendocino, comandado por la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, existía preocupación por la forma en que sus aliados en Buenos Aires estaban analizando el caso puertas adentro del Consejo y por las especulaciones sobre un supuesto apoyo al magistrado, quien fue nombrado como juez federal electoral en 2005, durante el gobierno de Néstor Kirchner.

“El expediente armado en el Consejo era un desastre, más allá de lo jurídico y de lo que cometió Bento, entonces nuestros referentes se amparaban en esa formalidad. La realidad es que las acusaciones son graves. Por eso, lo estudiaron bien y se definió avanzar contra el juez”, expresó a LA NACION una importante fuente camporista.

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Por su parte, en los pasillos de los tribunales federales mendocinos el caso Bento pasó a ser el principal tema de conversación. Incluso hubo a quienes les llamó la atención el acompañamiento general que tuvo el dictamen de acusación. En tanto, allegados a quienes lideraron la investigación penal, el fiscal Dante Vega y el juez Eduardo Puigdéngolas, se mostraron conformes con el avance que se está dando en el Consejo, por lo que confiaban en que el cuerpo iba a respaldar el trabajo realizado.

“Son pruebas contundentes, por eso entendíamos que no íbamos a tener sorpresas con la suspensión y el enjuiciamiento”, contó a este diario una importante fuente del fuero, a la expectativa de lo que suceda con el magistrado una vez que se siente en el banquillo de los acusados a fines del mes que viene. Por eso, hay quienes consideran que llegará antes la condena y detención en la Justicia penal que la destitución en el organismo que controla a los jueces, ya que el proceso de jury recién concluiría a fin de año.