Era la noticia que se estaba esperando en la jornada del martes en el Mundial de Rugby. Finalmente, se hizo oficial: el namibio Johan Deysel fue suspendido por seis partidos luego de la lesión que le produjo al francés Antoine Dupont, la gran figura del conjunto galo y del certamen. En un principio, el Comité Disciplinario iba a aplicarle al capitán de Namibia una pena de 12 encuentros, pero se redujo a la mitad porque el jugador africano aceptó que se produjo juego sucio y que la infracción -un cabezazo que produjo una fractura de pómulo- merecía una tarjeta roja.

La resolución dice así: “Habiendo considerado todas las pruebas disponibles, las presentaciones del jugador y su representante, el Comité Disciplinario Independiente calificó el acto de juego sucio en el extremo superior de la escala de gravedad de la infracción, teniendo en cuenta el grado de imprudencia implicada en la infracción, la vulnerabilidad del jugador víctima de la infracción y el importante daño que sufrió. Aplicando el Apéndice 1 de la Regulación 17, el Comité Independiente determinó que el punto de entrada aplicable es de 12 partidos. Al considerar los factores mitigantes, incluida la admisión de juego sucio y la corrección de la tarjeta roja en la primera oportunidad, su historial disciplinario y la disculpa al jugador, el Comité Independiente redujo la sanción a la mitigación máxima del 50 por ciento”.

El Comité Disciplinario Independiente estuvo presidido por Adam Casselden SC (Australia), acompañado por los ex árbitros internacionales Donal Courtney (Irlanda) y Juan Pablo Spirandelli (Argentina).

En el partido en que Francia goleó 96-0 a Namibia el jueves pasado en Marsella, cuando Dupont iba a abrir una pelota, recibió un cabezazo de Deysel, que primero recibió una tarjeta amarilla y luego, a instancias del bunker del TMO, una roja. El capitán de Namibia recibió insultos y amenazas en las redes sociales, pero la Federación Francesa de Rugby salió a apoyarlo indicando que había sido una acción sin intención.

A la noche siguiente del encuentro, Dupont fue operado en Toulouse, donde vive y juega el capitán francés. En sus redes sociales, Dupont escribió: “Tocado, pero no hundido. El show debe continuar. Con muchas ganas de reencontrarme con el grupo”. Se estima que el 9 volverá a la concentración junto a sus compañeros el domingo. Obviamente, no jugará el partido que le resta a Francia por la primera rueda: con Italia, el viernes 6 de octubre, en Lyon.

Para poder estar en la parte final del Mundial, Dupont se reunió con un especialista para moldear una máscara que cumpla con las normas de World Rugby. La información, brindada por el medio especializado en rugby Midi Olympique, agrega que se hará todo lo posible para que el capitán pueda jugar los cuartos de final, el 14 o 15 de octubre. Midi Olympique tituló la versión en papel de su tapa con: “Debemos salvar al soldado Dupont”.

Las primeras versiones indicaban que Dupont necesitaba 3 o 4 semanas de recuperación, pero tratándose de él, los procesos se intentarán acelerar lo máximo posible. Dupont es, además, la cara publicitaria del Mundial. Su figura aparece en todos los rincones del país. Y en el juego, sin él –Les Bleus ya habían perdido a su pareja de medios, Romain Ntamack- las posibilidades de Francia se reducen, sobre todo porque en cuartos de final tendría que enfrentarse con Irlanda o con los Springboks, dos de los candidatos al título.

La regulación 12.4 de World Rugby sobre la vestimenta no permite protecciones de plástico o fibra de carbono en la cara. Tampoco se puede jugar con una prenda cuya parte tenga más de 5 milímetros de espesor. “Se puede solicitar una exención para otros materiales”, le dijo el ex médico del seleccionado francés, Jean-Baptiste Grisoli, a Midi Olympique.

La protección de Dupont debería contener tela o cinta adhesiva, como la que utilizó otro francés, Imanol Harinorduki durante la semifinal de la Copa de Europa de 2010. Pero hay una diferencia: Harinorduki era tercera línea y no necesitaba tener una visión amplia del juego, como sí Dupont. No le será nada cómodo jugar con semejante aparato en su rostro.