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Gustavo Ng. “China toma de la cultura argentina lo que encuentra en el bazar de la cultura global”

Llegan buenas noticias desde Oriente. El periodista y escritor argentino Gustavo Ng (San Nicolás, 1962) ganó la 16ª edición del Special Book Award que se entrega en la República Popular China ...

Llegan buenas noticias desde Oriente. El periodista y escritor argentino Gustavo Ng (San Nicolás, 1962) ganó la 16ª edición del Special Book Award que se entrega en la República Popular China desde 2005 a autores, editores y traductores extranjeros que informan acerca de la realidad y la cultura en China. El escritor, de padre chino y madre argentina, es autor de Todo lo que necesito saber sobre China y China: la superación de la pobreza (2019), ambos con el periodista Néstor Restivo; 10.134 kilómetros a través de China, publicado en China por la editorial Blossom Press de Beijing (donde narra su primera travesía por el gigante asiático, a bordo de un tren); Mariposa de otoño, La intimidad de las islas, El regalo del Dios Viento y El tangram de China. Codirige la revista de intercambio cultural entre la Argentina y China, DangDai , creada en 2011 por él, Restivo y Camilo Sánchez.

También fueron galardonados el argelino Smail Debeche, el brasileño Elías Khalil Jabbour, el ruso Sergei Konissanov, el tayikistano Rashid Alimov, los británicos Elizabeth Frances Wood y John Marshall Ross y el norteamericano William Porter. La Argentina es hasta ahora el país latinoamericano que más premios recibió; el sinólogo Jorge Malena ganó el Special Book Award en 2013 y el economista Gustavo Girado, en 2020. Entre otras personalidades que lo recibieron, figura el reconocido intelectual francés François Cheng.

Según Ng, las relaciones entre la Argentina y China “se intensificarán inevitablemente, lo que podría enriquecernos en varios sentidos”, destaca. “Para eso, es necesario que conozcamos y comprendamos qué es China con nuestra mejor capacidad de entendimiento. Eso es el intercambio cultural. Tenemos que llevar la relación a ese nivel, que es el de la inteligencia, el arte, la ciencia y la tecnología”. El escritor ha colaborado en diferentes medios sobre China y participó en documentales, como Arribeños, Migrantes y Cerca y lejos; también dio cursos y conferencias sobre China en la Universidad de Congreso (que desde 2017 edita DangDai), la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Torcuato Di Tella y otras instituciones.

“Occidente tiene una historia multifacética de relaciones con China, desde el comercio que vertebró el gran continente mundial, Eurasia, y la capitalización de formidables inventos chinos con los que Europa revolucionó la humanidad, hasta la sensación naturalizada de que en los remotos territorios del Oriente se gestaban obras, acontecimientos, empresas portentosas, las que si, por su dimensión colosal, se volcaban sobre Europa, se repetiría el azote de los mongoles -dice Ng-. La historia incluyó tanto la importación masiva de culíes para la explotación del guano en Perú o la construcción del canal de Panamá como los antagonismos de las guerras del opio y la estigmatización de los chinos en Estados Unidos, lo que incluyó la prohibición de entrada al país entre 1882 y 1943, la negación de la ciudadanía y otras medidas”.

Este recorrido histórico explica la concepción de los chinos como una amenaza. “Es un sustrato muy fecundo para quien construya una imagen de la actual China como un peligro, profusamente alimentado por el acelerado crecimiento económico de China en los últimos cuarenta años, que la elevó desde el bajo fondo del subdesarrollo al segundo lugar en el mundo -dice Ng a LA NACION-. También concurren a la inquietud ante China el sentido de la alarma de Estados Unidos, que no abunda en mecanismos de freno, y la vasta ignorancia que tenemos de la sustancia de su historia y su realidad. La susceptibilidad ante China se disuelve en muchas personas al enterarse de que no existe un solo soldado chino disparando fuera de sus fronteras”.

“El recelo ante el avance económico de China tiene un fundamento muy sólido en la evidencia de la expansión del país asiático en su continente, en África, América Latina, pero también en Europa y Estados Unidos -remarca-. Hay una simbiosis entre China y Estados Unidos, así como entre China y Alemania y China y Japón, que demuestra a las claras la capacidad de China de desarrollar la economía dentro y fuera de sus fronteras. Es lógico que esa capacidad genere todo tipo de resquemores. China declama una y otra vez que tal desarrollo debe ser en beneficio de todos los que participan, porque de otra manera, no es provechoso para China, pero todos tenemos derecho a ser precavidos”.

Sobre el interés de la población china en la cultura argentina, Ng señala que “recién estamos en los prolegómenos de una relación”. “La Argentina es el país más lejano de China, en todo sentido. Lo que toman de la cultura argentina es lo que encuentran en el bazar de la cultura global, o sea, lo que tiene impacto fuerte en Estados Unidos y Europa. Pareciera ser, por otra parte, que lo que finalmente toman con marca argentina, Messi, el tango, la carne, el vino, Borges, la Antártida, les causa simpatía y entusiasmo”.

“A los argentinos nos conviene comprender mejor a ese país, porque es nuestro segundo socio comercial, porque su dimensión está reconfigurando el mundo y porque tiene una realidad que puede enriquecernos mucho”, dice el escritor y periodista, y agrega que “necesitamos hacer que las relaciones con las potencias como China vaya más allá de la venta de nuestros recursos naturales, que involucre la cultura, o sea el conocimiento, el arte, la ciencia; China va a comprar reactores nucleares fabricados por la empresa argentina Invap: ese es el camino al que tenemos que apuntar”.

La entrega del premio tuvo lugar en el Palacio de Diayutai, en Beijing, y estuvo a cargo del ministro de Publicidad del Comité Central del Partido Comunista China, Li Shulei. “Anunciaron que implicaría un premio en dinero pero luego, cuando fui a recibirlo, no me informaron más”, cuenta Ng, que trabaja actualmente en dos proyectos.

“Por un lado, la biografía de Lo Yuao, un cantonés que llegó a Argentina junto con mi padre, en 1954, como un joven técnico textil que vino con un contingente a instalar una fábrica textil en la ciudad de San Nicolás. Casi todo el resto de sus compañeros se volvió a Hong Kong o se fue a Canadá o Estados Unidos, pero él se aquerenció mucho. A diferencia de la mayoría de los chinos, que no conciben una vida si no es sobre una base económica, Lo Yuao se hizo bohemio en Buenos Aires. Amaba el tango, pasaba mucho tiempo en los cafés charlando con sus amigos, se dedicó a la fotografía artística y en un momento comenzó a estudiar pintura. Entró en una corriente neoexpresionista y la abandonó para pasarse totalmente a la pintura china, cuando pasó un maestro chino por Buenos Aires y tomó clases con él. Hasta su muerte pintó en el estilo más clásico, pero sin poder evitar cierto sincretismo”. Ng tiene en su poder pinturas y gran cantidad de notas que tomó en sus charlas con el artista.

El segundo proyecto es también biográfico. “Pero en este caso son varios relatos de argentinos y chinos que viven en la Argentina, que trabajan desde diferentes ámbitos, en el intercambio entre la Argentina y China. Estarían Ana Chen, empresaria china que ha motorizado los festejos del Año Nuevo Chino; Lelia Gándara, la semióloga que viene dando cursos sobre literatura china con una alta convocatoria; María Elena Díaz, que hace lo mismo en el campo de la filosofía; el periodista Pablo Coppari, que ha conducido documentales sobre la relación entre ambos países y se ha convertido en un influencer; Chen Min, que fue multipremiada como practicante de kung-fu en China y aquí tiene una escuela muy exitosa, entre otros”.

En los últimos años, varios sellos locales publican libros relativos a la cultura, la economía y la política china. Eudeba presentó este año Miradas sobre la cultura china, de Ye Lang y Zhu Liangzhi, excelente introducción a una cultura de más de cuarenta siglos de vida. Corregidor desarrolla una colección de ensayos sobre economía y política china, con títulos como Choque de gigantes. EE. UU. vs. China y la reglobalización, de Julio Sevares, y ¿Cómo y por qué gobierna el Partido Comunista de China?, al cuidado de Xen Chuntao. La editorial de la Universidad Nacional de Quilmes tiene en su catálogo Argentina, China y el mundo (1945-2022), de Francisco A. Taiana; Clave Intelectual, Un mundo made in China, de Gustavo Girado, y, en un tono más crítico sobre el “expansionismo chino”, De Los Cuatro Vientos lanzó este año El hambre del dragón. El plan de China para comerse el mundo, de Agustín Barletti.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/gustavo-ng-china-toma-de-la-cultura-argentina-lo-que-encuentra-en-el-bazar-de-la-cultura-global-nid03072023/

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