Para los investigadores que estaban tras sus pasos, Franco González, alias Tato, era el “líder de una de las bandas más peligrosas y organizadas”. Estuvo más de un año prófugo. Lo buscaban por una serie de robos en Moreno, en Junín y en la ciudad de Buenos Aires. También tenía una orden de captura por un homicidio cometido por venganza, crimen ocurrido en abril pasado en Tigre, donde llegó a disparar 15 veces para asegurarse su objetivo. Él y sus cómplices casi matan tiros a un policía durante una persecución. Logró escaparse y mantenerse oculto hasta la semana pasada, cuando a toda velocidad y a los balazos intentó escapar de la policía que lo tenía cercado. Ahora está tras las rejas.

“La semana pasada pudo ser detenido, luego de estar más de un año prófugo. Se trata del líder de una de las bandas más peligrosas y organizadas de Moreno”, sostuvo a LA NACION una calificada fuente judicial.

Tato González, de 32 años, fue detenido el sábado pasado en Tortuguitas, partido de Malvinas Argentinas, por personal de la policía bonaerense. Tenía pedido de captura por un homicidio ocurrido en Tigre en abril pasado y también estaba tras sus pasos la Ayudantía Fiscal de Investigación de Delitos de Robos Agravados en Modalidad Entradera del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez por integrar una peligrosa banda de asaltantes. Se había escapado en una salida transitoria cuando cumplía una condena.

El sospechoso se negó a declarar cuando fue indagado por el ayudante fiscal Maximiliano Gómez, que lo investigaba por una serie de robos en Moreno y por el intento de homicidio de un policía, ataque a balazos ocurrido el 30 de abril pasado en La Reja, en Moreno. Cuando se identificó en la audiencia, dijo ser electricista.

Ese día, a las 17.30, tras una llamada al número de emergencias 911, personal de la policía bonaerense intentó interceptar una camioneta Jeep Compass que circulaba por La Reja, en Moreno. El vehículo tenía pedido de secuestro porque había sido robado.

González y tres cómplices no se detuvieron ante la voz de alto y, mientras trataban de huir, comenzaron a disparar contra el móvil policial. Uno de los uniformados fue herido a la altura de la cadera.

“La actividad criminal de los sospechosos tuvo como motivación procurar la impunidad del delito”, según el expediente judicial.

La Ayudantía Fiscal de Investigación de Delitos de Robos Agravados en Modalidad Entradera, dependencia creada por el fiscal general de Moreno-General Rodríguez, Lucas Oyhanarte, le adjudica a la banda de Tato González seis robos ocurridos entre el 18 de enero y el 29 de mayo de 2022.

“Se tiene por acreditado que, entre octubre de 2021 y julio de 2022, González y otros cinco delincuentes conformaron una sociedad criminal con el objetivo de llevar a cabo múltiples delitos contra la propiedad bajo la modalidad conocida como entradera”, se sostuvo en el expediente judicial, al que tuvo acceso LA NACION.

El modus operandi que le adjudican a la banda criminal siempre era el mismo. Los delincuentes irrumpían en las casas de sus víctimas, siempre armados.

“La organización criminal investigada no solo habría cometido robos en Moreno. González también era buscado por asaltos ocurridos en Junín y en la ciudad de Buenos Aires”, explicó una fuente judicial.

Además, tenía un pedido de captura por un homicidio ocurrido el 4 de abril pasado en Las Tunas, de General Pacheco, Tigre.

Fue un crimen por venganza. La familia de la víctima le había usurpado una casa a la novia de González, identificada solo por su nombre, Tamara.

“Tamara, la novia de González, cumplía prisión domiciliaria por vender estupefacientes. Los vecinos la echaron de la casa porque seguía con el negocio del narcomenudeo. Le sacaron los muebles a la calle y le usurparon la vivienda. Entonces, su pareja se vengó”, dijo a LA NACION una fuente judicial.

La venganza se consumó el 4 de abril a las 0.18. Hubo 15 disparos. Una filmación de una cámara de seguridad registró el audio de los disparos. El ruido fue estremecedor.

La víctima fue identificada como Martín Duarte. La investigación del homicidio quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Tigre, a cargo del fiscal José Amallo.

Amallo y personal de la comisaría de General Pacheco de la policía bonaerense lograron reconstruir el homicidio y, a partir de una serie de pruebas, identificaron a González como el tirador.

La investigación avanzó y localizaron la quinta de José C. Paz donde se escondía el sospechoso. Cuando lo fueron a detener, se escapó a los tiros.

“Salió a los balazos en un auto. Lo acompañaba su novia embarazada, con un bebe en brazos”, sostuvo un investigador.

Finalmente, fue detenido por personal del Comando de Patrullas de José C. Paz, como se dijo, tras una persecución y tiroteo.