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Expectativa privada por el giro que podría tomar la Argentina tras las elecciones

Un cambio de humor se percibe entre los inversores internacionales que preguntan sobre la Argentina. La confirmación de que los cuatro principales precandidatos presidenciales representan un giro ...

Un cambio de humor se percibe entre los inversores internacionales que preguntan sobre la Argentina. La confirmación de que los cuatro principales precandidatos presidenciales representan un giro económico hacia la derecha contribuyó a reforzar la idea de que el país está frente a una nueva oportunidad. El contexto internacional, además, favorece a la Argentina. Si bien los asesores financieros no minimizan los desafíos sociales de corto plazo, mucho de ellos ya empezaron a planificar el viaje con inversores a Buenos Aires para después de las PASO.

Analistas económicos coinciden al enumerar los principales problemas del país: altísima inflación y precios relativos distorsionados; abundancia de pesos y escasez de dólares en el Banco Central; un esquema de subsidios ineficiente y regresivo, que genera un déficit imposible de financiar, y conflictividad social producto de una crisis agónica de cinco años.

Sin embargo, señalan que el mayor desafío es la ausencia de un liderazgo político fuerte que genere confianza en la población, un factor necesario para transitar los primeros meses de la próxima gestión. Porque si bien hay confianza en el potencial económico, ningún inversor duda de que las primeras semanas serán cruciales, cuando el próximo gobierno deba ajustar el desorden de precios relativos atrasados, como el tipo de cambio oficial y las tarifas.

Los cuatro precandidatos presidenciales son Sergio Massa, por el oficialismo; Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, por Juntos por el Cambio, y Javier Milei, por La Libertad Avanza. “El hecho de que el kirchnerismo no tenga un candidato presidencial, a pesar de ser el sector político más cohesionado, probablemente ayudará al mercado a revaluar menos prima de riesgo en el futuro”, dice un informe político del banco de inversión J.P. Morgan.

“La competencia entre Massa, Larreta, Bullrich y Milei es entre cuatro candidatos antichavistas y claramente alineados con Estados Unidos. El cristinismo no quiso o no pudo colocar un miembro propio dentro de la fórmula”, coincidió la consultora 1816.

Por otro lado, hay varios indicios que permiten a los inversores ser optimistas con la Argentina pese a las distorsiones macroeconómicas. O al menos apuestan a que esté latente el factor FOMO, el acrónimo de fear of missing out (temor de quedarse afuera), de un posible rally de alza de activos locales. Estos indicios se pueden agrupar en tres factores: sectores dinámicos, contexto internacional y herencia económica.

Sectores dinámicos

Hay al menos cinco sectores de la economía argentina que traerían buenas noticias el próximo año. En primer lugar, el agro se recuperará de la histórica sequía que sufrió este año y que le impidió al país que ingresen US$20.000 millones de divisas por exportaciones. Algunos empresarios incluso proyectan que en 2024 podría haber una cosecha récord, como dijo Eduardo Elsztain, presidente de Cresud, que traerá alivio a las golpeadas reservas del Banco Central.

El sector de petróleo y gas será otra fuente de ingreso sostenible de divisas para el país, como lo fue hasta 2010, último año donde se exportó más energía de la que se importó, cuando el superávit comercial del rubro representó US$909 millones (hubo una excepción en 2020 debido a la pandemia). En 2024, el saldo positivo podría ser superior a los US$3000 millones gracias al nuevo gasoducto y a las ampliaciones en la capacidad de transporte de los oleoductos.

Los otros tres sectores que tienen mucho potencial en la generación de divisas, pero que dependerán de la administración que se haga del cepo cambiario, son la minería (litio, principalmente), el turismo y la economía del conocimiento, que involucra a la industria del software. Los últimos dos sectores hoy ya generan divisas, pero se canalizan por los tipos de cambio paralelos.

Contexto internacional

El dato de inflación de 3% anual en junio que informó Estados Unidos esta semana anticipa que el ciclo internacional de alza de tasas de interés estaría llegando a su fin. Esto genera un contexto de mayor certidumbre global y, por lo tanto, mayor apetito de los inversores por observar mercados más riesgosos, como el argentino.

Los analistas financieros, además, creen que, como los países de América Latina fueron los primeros en subir sus tasas de interés, podrían ser también los primeros en bajarlas. Esta sola especulación generó una reactivación fuerte de flujos en Brasil, México y Chile, que podría derramar tal vez hacia la Argentina.

Por otro lado, los analistas financieros observan que la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania fueron “tremendamente reveladores” sobre las debilidades de algunos países y de las necesidades de diversificar sus fuentes de energía.

La Argentina, por sus activos en litio, petróleo y gas, se ofrece como una alternativa interesante si se eliminan las restricciones cambiarias y se promete estabilidad en las reglas de juego.

Herencia económica

Los desafíos económicos que heredará la próxima gestión no son menores, pero los analistas destacan algunos factores positivos. El ajuste fiscal que está haciendo el Gobierno, pese a ser un año electoral, por ejemplo, es visto como una buena noticia. En los primeros cinco meses del año, el Ministerio de Economía recortó el gasto real en 7%, aunque no alcanzó a reducir el déficit producto del derrumbe del 11% en los ingresos por la pandemia.

“El déficit fiscal de 3% más el financiero de 2% no es tan importante, con una inflación anual de 150%. Es más fácil de licuar”, dice un banquero de la city porteña, que además destaca que el país no está muy endeudado.

“La Argentina tiene deuda por menos de 50% del PBI. Es poco. Si el país cambia el rumbo y lo ratifica en las elecciones de 2027, se genera un camino virtuoso que atraerá inversiones. Pero el camino no será rápido como en Chile y Perú, sino que será más al estilo de Colombia, con un proceso que duró 20 años, en el cual se fueron quitando privilegios”, agregó el banquero.

Los empresarios argentinos, por lo pronto, muestran un cambio de humor, según la última encuesta de expectativas que publicó la cámara empresarial IDEA. Si bien el sector privado espera un salto brusco del tipo de cambio oficial, una mayor aceleración inflacionaria y una nueva caída del PBI en 2024, menos del 36% de las empresas relevadas (261) cree que el año próximo estará peor que en 2023. Entre las razones que explican esta paradoja, los economistas dicen que no hay más margen para ampliar el déficit fiscal sin reservas en el Banco Central. “Si seguimos como estamos, la situación puede terminar muy mal”, advirtió uno de los principales economistas que escuchan las empresas.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/expectativa-privada-por-el-giro-que-podria-tomar-la-argentina-tras-las-elecciones-nid16072023/

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