El partido entre Al Shabab y Al Ettifaq, correspondiente a la decimosexta fecha de la Liga de Arabia Saudita terminó sin goles, pero con tres expulsados. Y uno de ellos, el primero en ver la tarjeta roja, fue Ever Banega, que manifestó hace unos días su intención de volver a Boca; por lo pronto, deberá cumplir una sanción, a la espera de la resolución de su posible regreso al club xeneize.

La primera curiosidad en lo sucedido con el mediocampista de 35 años es que la expulsión se debió a una violenta patada al llegar tarde a un cruce en el mediocampo. Pero, y ahí aparece otra secuencia de particularidades, el árbitro que lo mandó a los vestuarios fue su compatriota Fernando Rapallini, que inicialmente le había mostrado una amarilla y fue convocado por el VAR de inmediato. Al revisar las imágenes, el juez argentino modificó el fallo por la temeraria infracción sobre Nasser Al Shamrani, de 40 años, y su equipo, Al Shabab, se quedó con un jugador menos, a los 18 minutos de la segunda etapa.

Al momento de la patada, de inmediato Ever pidió disculpas porque se dio cuenta que había sido una entrada temeraria y se alivió cuando vio la amarilla en manos del juez. Más tarde, al anularse esa tarjeta y recibir la roja, bajó la cabeza y se fue, saludando a Rapallini, que ya tiene varios viajes a esa liga, a la que fue invitado a dirigir después de participar de la Copa del Mundo Qatar 2022.

Además de Banega, en el local vio la roja el colombiano Gustavo Cuéllar y en el visitante, el jamaiquino Demarai Gray, que a cuatro minutos del final protagonizaron un intercambio de golpes: el sudamericano tuvo una fuerte entrada sobre su rival y el caribeño le devolvió la patada. Enseguida, en medio de un pequeño tumulto, se fueron ambos al vestuario antes de tiempo.

El empate sin goles alargó la racha sin ganar de ambos equipos. Al Ettifaq está octavo y acumula dos derrotas y tres empates en sus cinco últimos encuentros. Al Shabab está undécimo y suma cuatro compromisos sin lograr la victoria. En ese contexto, cobró mayor protagonismo Banega, que podría llegar a Boca en medio de rumores reciclados respecto de mercados de pases anteriores.

El jugador quiere volver a Boca y Juan Román Riquelme, al mando del actual Consejo de Fútbol y candidato a presidente, vería con buenos ojos su regreso. Eso sí: pretende que Banega llegue en condición de jugador libre, tal como sucedió con el uruguayo Edinson Cavani cuando se desvinculó de Valencia (España), sin la obligación de tener que abonar un traspaso al club árabe. Boca estaba buscando incorporar un volante central, un puesto que quedó inestable luego de la partida de Alan Varela a Portugal, y que en la Copa Libertadores se turnaron para cumplirlo entre Guillermo Pol Fernández, Equi Fernández y Jorman Campuzano.

El mediocampista sueña con volver al club del que surgió y fue campeón de la Copa Libertadores 2007, y ya se lo comunicó al vigente vicepresidente, con quien guarda una buena relación tras haber compartido la cancha en aquellos tiempos donde levantaron el máximo título continental juntos y en el seleccionado argentino.

El exfutbolista de Sevilla dejó un claro guiño el domingo pasado en sus redes sociales: posteó una historia de Instagram de su primer paso en Boca (entre 2006 y 2008), cuando aún era joven, y le sumó corazones azules y amarillos. Con apenas 19 años, mostraba personalidad y buen pase, desequilibrio y gambetas para despertar el interés de los equipos europeos.

Banega había relanzado su carrera cuando a los 32 años, a mediados de 2020, fue la bandera de Sevilla, de España, campeón de la Europa League. Eso generó un traspaso millonario a Al Shabab, de Arabia Saudita, que le pagó 30 millones de euros para tenerlo y firmó tres años de contrato.

El vínculo está vigente hasta junio de 2024 y la única forma en la que Boca aceptaría su retorno es en condición de libre, al margen de lo que lógicamente será el contrato del jugador.