En el noveno día de la 135º Exposición Rural de Palermo, con las tribunas repletas desde muy temprano, al igual que el día anterior, del lado del palco oficial, a pista partida, las cabañas de Angus y de caballos Criollos consagraron sus mejores ejemplares.

Por el lado del Angus, el Gran Campeón Macho fue para el box 329, perteneciente a la cabaña Arandú SA, de Federico Vizzolini, ubicada en San Cayetano, provincia de Buenos Aires. El toro entró en la categoría dos años mayor. En Criollos, en tanto, el máximo galardón se lo llevó el box 483, con el nombre de “Pilero Ladino”, de la cabaña La Martita, de Gustavo Aguerre. El establecimiento está ubicado en el partido bonaerense de América.

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En todas las categorías de la raza bovina, el jurado Manuel López, con su mirada clínica, fue llevando un equilibrio y coherencia para elegir a los animales más destacados. En este sentido, se tomaba su tiempo para seleccionarlos. A medida que se acercaba la hora de las definiciones, la gente se agolpaba alrededor de la arena palermitana. Dentro de la pista, dirigentes gremiales, autoridades de la Rural e integrantes de distintas asociaciones de Angus de países vecinos esperaban su veredicto final.

“Los que andamos detrás de las vacas, estar acá es tocar el cielo con las manos. La raza está en una escala superlativa. Es muy difícil encontrar en el mundo el nivel de esta hacienda”, detalló López, antes de marcar al ganador

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En tanto, el Reservado de Gran Campeón Macho Angus fue para el box 357, cuyo expositor fue la cabaña Tres Marías y otros. El tercer macho de la exposición correspondió al box 302, perteneciente también a la cabaña Tres Marías.

En relación a la jura, López explicó a LA NACION que los tres toros que resultaron elegidos eran ejemplares muy buenos y parejos. “El Gran Campeón tiene un volumen bárbaro de músculo, de carne, con una calidad racial súper destacada. Muy correcto, con movimientos muy fluidos. Un toro muy completo. Hoy, la raza busca animales moderados, los extremos están muy cerca. Estamos eligiendo ejemplares con biotipos intermedios que mejor se adaptan a nuestros campos, ni demasiado chicos ni grandes. Ese es el rumbo que ha tomado Angus”, detalló.

Vizzolini, dueño del toro galardonado, muy emocionado, contó que es la primera vez que gana un Gran Campeón Macho en Palermo y por eso su alegría era manifiesta. “El toro nació en el campo nuestro, es un embrión de un convenio con la cabaña Tres Marías. Lo cuidamos nosotros, con mucho amor y le pusimos una garra bárbara y lo trajimos a Palermo. Teníamos una esperanza como todo cabañero que viene a Palermo pero la verdad es que no lo esperábamos”, dijo, mientras saludaba a su asesor Juan García, que estaba conmovido.

Finalizada la competencia, cuando la tarde caía, la pista ya desierta y las tribunas en silencio, Alfonso Bustillo, presidente de la asociación de criadores de la raza, señaló: “Otro Palermo que se va, otro Palermo que muestra lo que es nuestra raza, el Angus. Los criadores y ganaderos, contra viento y marea, contra sequías y malas políticas, seguimos trabajando y demostrando que a pesar de todo, tenemos pasión y una forma de vida a partir de las vacas y es lo que queremos cuidar”, dijo.

“Lo que se vio en la pista muestra un gran presente y, en todos los animales jóvenes, superando a los adultos de esta exposición, vemos un gran futuro. Me voy muy satisfecho y contento de que toda esta genética que vemos con fenotipos casi perfectos tiene toda la información necesaria en los rodeos que vayan a trabajar”, agregó.

En tanto, en el siglo de vida que cumple este año, para la Asociación de Criadores de Caballos Criollos fue una gran oportunidad para festejar y disfrutar de la consagración de sus ejemplares. Los jurados de machos, Hugo de Achaval y Felipe José Ballester, trabajaron arduamente todo el día para encontrar a los mejores de esa raza equina. En las tribunas, la gente expectante seguía el ritmo de la jura.

Tras escoger el Gran Campeón Macho de la raza a “Pilero Ladino”, de la cabaña La Martita, Ballester dijo: “Es un caballo muy proporcionado, muy típico, con mucho sello racial y clase, con buenas costillas. La verdad que es muy completo: va a ser un gran padre”. A su vez, destacó el gran nivel de los ejemplares de toda la muestra: “Muy buena la preparación de los criadores y cabañeros, tanto en machos como en hembras”.

Aguerre, dueño del caballo ganador, se mostró con una alegría inmensa por el logro obtenido y por ser el gran campeón en el centenario de la raza. “Es un honor que va más allá de lo que uno puede imaginar. Es un caballo que me gusta mucho y que vino varias veces, donde sacó premios importantes, pero hoy se nos dio. Lo voy a llevar al campo y lo voy a aprovechar como padre”, expresó el criador.

En tanto, el Reservado de Gran Campeón fue para el box 1494, de la cabaña El Mercachifle, de Luciana de Oto. El tercer padrillo de la exposición fue para el box 1492, de cabaña Don Manuel, de Fernando Saenz Valiente. Mientras que el Gran Campeón Hembra de la raza fue para el box 1582 de cabaña La Esperanza, de Felipe Juan Ballester.

Para Raúl Etchebehere, presidente de la entidad, cumplir 100 años no es una cosa menor para una asociación de equinos. “Es un honor poder festejar en la misma pista donde Mancha y Gato salieron hace 98 años, es muy emocionante. Hay mucha historia detrás. La raza criolla tiene un alto nivel, hoy la genética argentina está en primerísimo nivel porque hace muchos años se viene trabajando, manteniendo la calidad racial”, cerró.