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Emigró a Las Vegas, trabajó “de todo” y hoy tiene dos restaurantes y un hotel

Hace 25 años que dejó la Argentina para irse a Estados Unidos a cumplir lo que él mismo define como su “sueño americano”. Cuando llegó el momento de concretarlo, el porteño Pablo Rodrígu...

Hace 25 años que dejó la Argentina para irse a Estados Unidos a cumplir lo que él mismo define como su “sueño americano”. Cuando llegó el momento de concretarlo, el porteño Pablo Rodríguez eligió Las Vegas, donde compró un local que hacía comida árabe y lo reformuló para convertirlo en “Made in Argentina”. Hace dos años lo dejó bajo la administración de sus hijos, Ezequiel y Candelaria, y se fue a Costa Rica, a Jacó, donde es socio del hotel y restaurante Claritas.

“Made in Argentina” mantiene la decoración con que inauguró en 2017: es en base a una colección de billetes de pesos, figuritas de estrellas del fútbol y fotos de algunos de los lugares más icónicos del país. Rodríguez arrancó con los ahorros que había reunido en los diferentes trabajos que tuvo desde que llegó a Estados Unidos. Eran US$70.000.

“El lugar estaba fundido, lo pagué US$65000 y me quedaron US$5000, US$7000 para todo el resto -repasa Rodríguez ante LA NACION-. Tuve que hacer magia para seguir, pero fue muy bien. Hicimos fusión un tiempo, para aprovechar los clientes que quedaban de comida mediterránea”.

Se había criado en el restaurante de su papá y convencido de que las empanadas de su mamá Olga eran las mejores. “Lo más”, dice. Para su propio local usó esa misma receta, pero sin las pasas de uva. Con una clientela mayoritariamente estadounidense, asegura que los primeros tiempos debió “educarla”, explicarle que las empanadas eran como “el envuelto de jamón y queso que venden en los supermercados… pero distinto”.

De las 150 o 200 empanadas que vendió el primer mes, ahora pasó a 20.000 mensuales, de diferentes variedades. “Los chicos se hicieron cargo, no solo lo mantuvieron sino que lo hacen crecer, proveen a hoteles, sumaron show de tango. Vienen muy bien”, cuenta Rodríguez.

El negocio, desde siempre, vende milanesas, choripanes y lomitos, y un producto que lo caracteriza desde el arranque es el chimuchurri con aceite de canabis, que hacen junto con el tradicional argentino. En Las Vegas el canabis está legalizado para uso medicinal y, desde hace un tiempo, también se vende aceite para cocinar, fabricado con un principio diferente. “En la zona se cultiva y se consume mucho, así que lo incorporamos”, dice Rodríguez, quien espera que salga la autorización para poder comercializarlo también fuera de su local.

A las empanadas de carne sumó muchas variedades, incluso algunas “innovadoras” como de morcilla, de mondongo, de mollejas al verdeo y hasta de “carne de cocodrilo”. Sostiene que las hizo “algunas veces” porque le gusta “divertirse” en la cocina. Ya son un “clásico” los zapallitos rellenos con salsa blanca.

“Made in Argentina” está a 200 metros del Allegiant Stadium, con capacidad para 70.000 personas. Cada empanada “grande y gourmet” sale US$3,75. Rodríguez menciona que en California las venden a unos US$8 y en Nueva York, entre US$5 y US$6.

Cuando llegó por primera vez a Estados Unidos, Rodríguez no hablaba inglés, no tenía papeles y muy pocos dólares. Se quedó tres meses y regresó a la Argentina convencido de que había encontrado el lugar donde vivir. A los seis meses volvió. Estuvo siete años sin poder salir del país, hasta que obtuvo la documentación. Trabajó “de todo” y asegura que, aunque Estados Unidos está “muy lejos de ser el mejor país del mundo”, si se hacen “bien las cosas bien, hay oportunidades”.

Vendió botellas de agua en la calle, también paltas que traía de California, entró a trabajar en un restaurante, tuvo una empresa de arreglo de casas, estudió y se recibió de masajista con lo que abrió su propio spa. Así reunió los fondos para abrir su restaurante.

Hace dos años, una clienta estadounidense de su restaurante le propuso sumarse al proyecto en Costa Rica, donde además de tener el Claritas están construyendo un hotel cuatro estrellas de 32 cuartos, con restaurante y un sushi bar que insumirá una inversión de US$12 millones.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/emigro-a-las-vegas-trabajo-de-todo-y-hoy-tiene-dos-restaurantes-y-un-hotel-nid25102023/

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