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El partido por el tercer puesto es súper importante: por qué los Pumas no pueden dejar pasar esta oportunidad

Creo que no hay mucho por decir. Después de un buen comienzo, los Pumas fueron con el correr de los minutos superados en todos los aspectos del juego. Pusieron mucho corazón y ganas, pero los All...

Creo que no hay mucho por decir. Después de un buen comienzo, los Pumas fueron con el correr de los minutos superados en todos los aspectos del juego. Pusieron mucho corazón y ganas, pero los All Blacks fueron realmente superiores en la noche de Saint-Denis. El buen inicio de los argentinos, en el que mantuvieron la pelota durante varias fases y se pusieron arriba en el marcador, dio lugar –para los más fanáticos– a presagiar que a lo mejor era el día, pero los hombres de negro reaccionaron enseguida y hasta el más optimista de los hinchas se percató de que iba a ser una noche difícil.

La clave del partido pasó por el breakdown, en el que los neozelandeses enlentecieron, complicaron y recuperaron muchas pelotas. Estuvieron extremadamente ordenados en defensa, con una disciplina y un reposicionamiento ejemplares. En ningún momento los argentinos lograron quebrarlos. Conseguían avanzar y mover la pelota de un lado a otro, pero en ningún momento alcanzaron a poner en aprietos a los rivales.

Con la pelota en la mano, sobre todo a través de balones recuperados, los All Blacks hicieron mucho daño a los Pumas. Recuerdo una acción en el primer tiempo en la que, todavía con el marcador adverso, salieron jugando desde sus 25 metros, y algunas fases más tarde llegaría el primer try. Pronto marcaron el segundo, dejando casi la sensación de ni siquiera estar forzando la máquina. Y, como ya todos sabemos, con una diferencia estable en el marcador son un equipo de temer. Es como si se relajaran y supieran explotar al máximo cada una de las debilidades del equipo adversario.

Se adueñaron de a poco de la obtención, y comenzaron a dominar el line-out, los mauls y el scrum –por momentos, sometiendo realmente al equipo argentino–, y todo se hacía más complicado. La victoria heroica parecía escaparse cada vez más... Es claro que hubo un estudio detallado del juego de los argentinos por parte del staff neozelandés. Nos atacaron mucho por el eje de las formaciones móviles, hasta intercalando forwards y tres cuartos. Por ejemplo: en el final del primer tiempo, cuando Shannon Frizell marcó el try para ponerse arriba en el marcador por 20 a 6, Mark Tele’a, que es un wing, se metió entre los forwards por el eje, levantó la pelota y, evitando defensores, avanzó como 20 metros. Un laburo muy fino, llevado a cabo a la perfección, ganando tiempo, jugando con la desesperación de los Pumas, desgastando al pack y a la defensa argentina.

Pero si me pongo frío y analítico, creo que eran más las ganas que uno tenía de que ganaran los Pumas como ferviente admirador que la posibilidad de que realmente lo hicieran. Tal vez, por la realidad y actualidad que atraviesa cada uno de los dos seleccionados. Finalmente triunfó la lógica...

No se puede reprocharles nada a los Pumas en la semifinal. Fueron ampliamente superados. Sin embargo, en ningún momento dejaron de jugar, de intentar, y defendieron todo lo que pudieron. Tal vez podrían haber propuesto un juego un poco más agrupado, pero no creo que hubiera cambiado mucho el resultado del encuentro. La realidad es que los adversarios de turno hicieron un excelente planteo del partido y lo ejecutaron a la perfección.

Si debiese sacar una conclusión sobre el desempeño de los Pumas, diría que es un Mundial meritorio por el resultado, pero no tanto por lo exhibido en el juego. Me habría gustado ver algo distinto en este aspecto. Más allá del triunfo sobre Gales, con la –sin dudas– mejor actuación del equipo argentino hasta el momento, no apreciamos un juego vistoso o dinámico. Y, teniendo en cuenta la calidad y la cantidad de jugadores que integran el seleccionado, creo que podrían haber jugado a más, siendo más incisivos, ambiciosos y dinámicos.

Sin querer entrar en comparaciones, creo que fue distinto lo que pasó en Francia 2007, porque el equipo venía muy bien, con mucha confianza. Hasta las semifinales no habíamos perdido ningún partido en lo que iba del torneo. El seleccionado progresaba partido tras partido. No se jugó muy bien contra Escocia, pero fue un partido que dominamos en general, tanto en el marcador como en el contenido. Frente a Sudáfrica teníamos mucha confianza y estábamos convencidos que podíamos ganar, a pesar del equipazo que era –terminó siendo campeón del mundo–. Quizás en esa semifinal nos equivocamos en plantear un juego demasiado ambicioso contra un seleccionado sudafricano muy pragmático y letal. El de este viernes, en cambio, era un partido más difícil, ya que más allá de las ganas que teníamos de que los argentinos se llevaran la victoria, las chances eran menores... El porcentaje de probabilidad de que se lograra una victoria ante Nueva Zelanda en una etapa decisiva del Mundial era bastante bajo.

Para nosotros en el 2007 fue duro perder y quedarnos sin la posibilidad de jugar la tan ansiada final. Nos teníamos una fe... Pero una vez procesada la derrota, decidimos salir a jugar a fondo. No tengo dudas de que es lo que van a hacer los Pumas el próximo viernes. Ojalá terminen el certamen de buena manera, sobre todo por los chicos que se retiran. Además, es importante tener un lugar en el podio; no hay que quitarle relevancia. Por más que parezca un premio de consuelo, el partido por el tercer puesto es superimportante y motivante. Protagonizar un Mundial se da pocas veces en la vida, y no se puede dejar pasar la oportunidad.

Luego, habrá que ver contra cuál de los dos equipos nos toca. Si yo tuviera que apostar, iría por Sudáfrica. Pero enfrentarnos con Inglaterra sería espectacular: primeramente, por la rivalidad que solemos tener con los ingleses, y después, porque sería una suerte de desquite del primer partido, el que peor jugaron de los Pumas en esta Copa del Mundo. No me caben dudas de que sería una muy linda revancha para cerrar esta aventura...

Respecto a Sudáfrica vs. Inglaterra, creo que va a ser una semifinal superestratégica. Son equipos que se conocen bastante, que poseen packs fuertes y jugadores interesantes. Imagino una gran lucha en la obtención, tanto en el line-out como en el scrum. Los dos equipos juegan muy bien con el pie, con kicks tácticos de ocupación y presión, y suelen meterle (y recuperar pelotas) mucha presión al adversario. Va a ser un partido muy interesante para ver. Son dos seleccionados de altísimo nivel que, además, se enfrentaron en la final del último Mundial, Japón 2019. Seguramente habrá momentos espectaculares y momentos de “rugby total”, también, porque habrá jugadores excepcionales de los dos lados. Pero me inclino más por que veremos un partido muy basado en la obtención y en el juego estratégico, por lo menos al principio del encuentro.

Calculo que, en cuanto a dificultad, para los Pumas será lo mismo un rival que el otro en el encuentro del viernes por el tercer puesto. Después de todo, son dos equipos de muchísima jerarquía. Supongo que muchos querrán volver a jugar contra Inglaterra por tener clavada esa espina. Si me pusiera en su lugar, querría esa revancha con todo mi ser. Y además, por lo que para nosotros significa ganarle a Inglaterra...

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/rugby/el-partido-por-el-tercer-puesto-es-super-importante-por-que-los-pumas-no-pueden-dejar-pasar-esta-nid21102023/

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