Este miércoles, en A la tarde (América), Guillermo Barrios conmocionó a todos con su duro relato acerca del período de internación que atravesó en el Sanatorio Finochietto. El 14 de julio pasado, el periodista ingresó de urgencia con un cuadro de fiebre y durante más de un mes permaneció bajo el estricto cuidado de los médicos, en principio sin entender lo que sucedía hasta que se le detectó una neumonía bilateral. Con el paso del tiempo, el martes 22 de agosto se incorporó poco a poca a sus responsabilidades como comunicador y una de ellas fue en el vespertino que conduce Karina Mazzocco. Allí, reveló su experiencia cercana a la muerte, en donde aseguró que vio la luz.

En el marco de la ausencia de Luis Ventura, quien asistió a La Trinidad de Quilmes a causa de un chequeo rutinario, la conversación telefónica con el panelista y el equipo de A la Tarde se prestó para que Barrios contara sus horas más difíciles dentro del centro de salud.

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“Tuve una neumonía bilateral. Perdón, pero es un tema muy frágil. El 15 de julio sufrí tres infartos”, inició Guillermo con un tono de voz quebrado. “Estuve muerto prácticamente, la pasé muy mal. Por eso recalco el tema de la salud. Una internación tan complicada como fue en mi caso, después de haber estado del otro lado, porque realmente estuve del otro lado, es como que te cambia todas las prioridades. Ves la vida de otra manera”.

En tanto, Barrios observó: “Tenés una segunda oportunidad, por eso cada cosa que me pasa en la vida la agradezco como si fuese un milagro, porque estar acá es un milagro”. A la vez que pronunció ello, desde el panel, sus compañeros remarcaron la serie de cadenas de oración que se convocaron en las redes sociales para su pronta mejoría, por lo que consideraron que así lo fue. “Fue tan imprevisto, nadie se lo veía venir. Ni siquiera yo. Entré el jueves previo a ese sábado con un dolor en la espalda. Ingreso con unas líneas de fiebre. Ese mismo día comienzo con vómitos y mucho dolor en la espalda. Es por eso que mi pareja me insistió: ‘Vamos al Finochietto’”, recordó.

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A causa del fuerte dolor, Guillermo contó que los médicos del sanatorio le proporcionaron morfina, ya que los distintos medicamentos no hacían efecto en su organismo. “Me levanto después de la terapia intensiva, después del coma inducido y lo primero que hice fue arrancarme el respirador”. Según comentó el periodista, durante el segundo infarto, los médicos le solicitaron a su novio que llamen a toda su familia para que acudieran a despedirse, ya que consideraban que no sobreviviría.

“Lo importante es la salud. A los 45 años lo aprendí de prepo. Y el volver a vivir primero que es un estado de dar gracias constantes. Fue una experiencia muy traumática. A veces me pasa que cierro los ojos a la noche y tengo miedo de no despertarme de vuelta”, detalló entre lágrimas el periodista y luego describió su experiencia sobrenatural.

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“Yo no era un hombre de fe, no creía mucho en algo que no se podía ver. El martes me veo a mí mismo en un lugar que no era un túnel. Era un lugar blanco, como cuando tenés la luz expuesta, como un foco, donde todo es muy definido y muy luminoso. Bueno, veo a mi viejo, con el que tengo una relación muy tirante, muy fea. Él falleció en la época del Covid, que se fue de repente y no lo pude despedir y me hace así ”, expresó conmovido Guillermo y concluyó: “Yo levanto el pulgar y después veo a un amigo que se suicidó. Y lo veo radiante, espléndido y me hace este gesto . Era un ‘seguí de largo’. Y de golpe escucho la voz de Ramiro y a partir de ahí yo ya vivo. Ahí abrí los ojos”.