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De minifaldas a pulseras. El último grito de la moda se juega en el tenis

NUEVA YORK.– Durante años esta redactora fue víctima de crueles bromas y comentarios de parte de hijos y amigas por la tendencia a ir a todas partes –espectáculos en la escuela, almuerzo de ...

NUEVA YORK.– Durante años esta redactora fue víctima de crueles bromas y comentarios de parte de hijos y amigas por la tendencia a ir a todas partes –espectáculos en la escuela, almuerzo de señoras fashion en restaurante fashion, comidas románticas, supermercado, dentista para implante– vestida de tenis.

Un par de aclaraciones en defensa propia: 1. En la Gran Manzana hay una gran tradición de vestimenta informal. Fue el primer lugar (ok, posiblemente el segundo, después de California), donde en los 80 brilló el jogging algodón, de nylon, de plush para toda ocasión; 2. En los últimos años, el llamado athleisure arrasó en la vida cotidiana. Claro que esta moda de ropa deportiva las 24 horas se basa en pantalones de yoga que declaman una vida espiritual intensa, o en un look con mucho flúo y brillo para las clases de bicicleta fija y música disco en los gimnasios de la cadena Soul Cycle. Estar vestida estilo Wimbledon 1950 gastadito hasta ahora no contaba como cool, pero podría verse como parte de la tendencia general; 3. El dentista estaba a la vuelta del club.

Curiosamente, la locura no arrancó en Tik Tok ni en redes sociales, sino en las pasarelas. El año último, durante la New York Fashion Week, Miu Miu, la línea más joven de Miuccia Prada, tomó las instalaciones del viejo Flushing Meadows, y sobre las canchas de pasto relanzó con furia la minifalda plisada

La novedad es que este verano boreal, según los medios a ambos lados del Atlántico, y en plena semana del All England, el tenniscore es el furor del momento al vestir.

Curiosamente, la locura no arrancó en Tik Tok ni en redes sociales, sino en las pasarelas. El año último, durante la New York Fashion Week, Miu Miu, la línea más joven de Miuccia Prada, tomó las instalaciones del viejo Flushing Meadows, y sobre las canchas de pasto relanzó con furia la minifalda plisada.

Desde entonces, según The Guardian, “la moda del tenis ha crecido de forma lenta pero segura hasta convertirse en un verdadero fenómeno”. La mayor parte de las principales marcas de lujo y los gigantes del prêt-à-porter adoptaron su emblemático guardarropa (polleras, vestidos deportivos elegantes, sombreros y –gentileza de Alexander Wang– hasta medias blancas de algodón ligeramente por debajo de la pantorrilla). Un accesorio clave es la tennis bracelet. Se trata de una pulserita clásica de diamantes, llamada así desde que, en pleno US Open de 1978, a Chris Evert se le rompió la suya en medio de un partido y detuvo el juego para recoger las piedras (que hoy pueden ser sintéticas, pero que perfectamente completan el look). Todo esto se usa fuera de la cancha, hasta en festivales de rock: la cantante belga Angèle dominó Coachella luciendo un conjunto tenniscore de Chanel.

En realidad, hay dos tendencias que se están dando en simultáneo. Por un lado, las marcas de lujo se están metiendo de lleno en el deporte. Prueba de esto es que las dos grandes estrellas de la nueva generación, Carlos Alcaraz y Jannick Sinner son, respectivamente, los flamantes embajadores de Gucci y Louis Vuitton. Sinner, en particular, causó sensación esta semana al llevar, a su partido inaugural, un bolso estampado con el icónico monograma de la marca. Fue la primera vez en toda la historia del tenis que un bolso de lujo realizaba una aparición en la pista central de Wimbledon, aunque todo había sido debidamente autorizado.

Al mismo tiempo, el look más tradicional del tenis, previo a que las marcas glamorosas se inmiscuyeran, es el que está tomando las calles –y los posteos de Instagram. Ambas tendencias se retroalimentan, y encima están figuras como Serena Williams, que aunque pasen los años siguen siendo pura innovación. Pero como dijo el matutino británico: “El tenis es un drama impulsado por personajes en la cima de su condición física, y la naturaleza de gladiadores se refleja, en el juego moderno, en looks cada vez más individuales. Sin embargo es el aspecto clásico, en lugar de las actualizaciones de vanguardia, lo que siempre enamorará a quienes están en el mundo de la moda”. De hecho, la Vogue francesa llamó al tenniscore la tendencia “imprescindible” para este verano. Quién hubiera dicho que esta redactora, con su pollera y remera casi grises de tanto lavado, resultaría prácticamente una adelantada.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/conversaciones-de-domingo/el-ultimo-grito-de-la-moda-se-juega-en-el-tenis-nid09072023/

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