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¡Cuidado! Estos dos errores pueden arrastrarte a la pobreza

Sin duda, el ahorro es el cimiento fundamental de unas finanzas personales saludables. Sin este pilar, nos encontramos en una situación precaria, apagando incendios financieros de última hora sin...

Sin duda, el ahorro es el cimiento fundamental de unas finanzas personales saludables. Sin este pilar, nos encontramos en una situación precaria, apagando incendios financieros de última hora sin la capacidad de proyectarnos hacia el futuro. En un país tan económicamente volátil como la Argentina, la falta de ahorro puede convertirse en un riesgo aún mayor, especialmente si consideramos la limitada provisión de una jubilación estatal. En este artículo, examinaremos la idea de que las personas que aún no han comenzado a ahorrar tienen la posibilidad de dar sus primeros pasos en este proceso, evitando cometer dos errores cruciales que analizaremos detenidamente. Al seguir estos consejos, no solo estarán evitando la trampa de vivir al día, que conlleva a la pobreza, sino que también experimentarán una significativa reducción del estrés financiero que suele afectar a la población argentina. ¡Acompañanos mientras desglosamos estos consejos para una gestión financiera más sólida y resiliente!

Primer error: no tener hábitos de ahorro

Un hábito es una secuencia de acciones que realizamos de manera automática y repetitiva en respuesta a una señal o disparador. Estas acciones son tan arraigadas en nuestra rutina diaria que a menudo las llevamos a cabo sin pensar conscientemente en ellas. Los hábitos se forman a través de la repetición de una rutina particular, lo que conduce a la automatización de ese comportamiento. La importancia de hacer hincapié en los hábitos radica en que más del 40% de nuestras acciones cotidianas están impulsadas por hábitos, en lugar de decisiones conscientes. Nuestro cerebro tiende a automatizar comportamientos cotidianos para ahorrar energía mental, lo que nos permite concentrarnos en actividades más importantes. En el contexto del ahorro, es crucial comprender cómo funcionan los hábitos, ya que los mismos pueden influir significativamente en nuestra capacidad para ahorrar dinero de manera constante. Algunos ejemplos de hábitos de ahorro son: mantener un seguimiento de tus membresías y cancelar las que no utilizas. En la actualidad, muchas de nuestras suscripciones y servicios se gestionan a través de membresías mensuales o anuales. Aunque esto proporciona comodidad al no tener que preocuparse por fechas de vencimiento y pagos recurrentes, también puede llevar al desperdicio de dinero si no se revisa regularmente. Esto incluye membresías de gimnasios, suscripciones a revistas, seguros médicos para viajes al extranjero, servicios de cable y más. Mantener un registro de tus membresías y dar de baja aquellas que ya no utilizás es una forma efectiva de liberar recursos financieros que pueden destinarse al ahorro, mejorando así tu capacidad de generar un excedente y facilitando tus objetivos económicos. Realizar presupuestos de gastos basados en ingresos netos. Frecuentemente, las personas calculan sus presupuestos y gastos teniendo en cuenta los ingresos brutos, es decir, el monto antes de cualquier deducción como impuestos, jubilación y otros descuentos. Sin embargo, esto puede llevar a un cálculo inexacto y desviado de la realidad financiera. Para fomentar el ahorro y evitar endeudamientos innecesarios, es esencial que tus presupuestos se basen en los ingresos netos, aquellos que verdaderamente llegan a tus manos después de las deducciones. Al hacerlo, podrás planificar tus gastos de manera más realista y efectiva, garantizando que estás viviendo dentro de tus medios y teniendo la capacidad de ahorrar parte de tus ingresos disponibles. “Pagarse a uno mismo primero” al separar un porcentaje de los ingresos. En lugar de considerar el ahorro como lo que queda después de cubrir todos los gastos mensuales, una estrategia más efectiva implica asignar un porcentaje de tus ingresos, al menos un 10%, al ahorro tan pronto como recibas esos ingresos. Este enfoque cambia radicalmente la dinámica del ahorro, asegurando que priorices tu futuro financiero desde el principio. Al separar una parte de tus ingresos y destinarla directamente al ahorro, te asegurás de que esta cantidad esté destinada a tus objetivos financieros antes de que puedas consumirla en otros gastos. Luego, podés aplicar consejos y estrategias adicionales, como los que hemos analizado anteriormente, para administrar tus gastos y garantizar que puedas llegar a fin de mes con la satisfacción de construir un futuro financiero más sólido. Revisar detenidamente los gastos en las tarjetas de crédito. Es fundamental prestar atención al resumen de tu tarjeta de crédito y examinarlo minuciosamente. Los errores de cobro son más frecuentes de lo que se podría pensar y pueden afectar significativamente tu presupuesto. Si tu hogar maneja múltiples tarjetas de crédito, existen aplicaciones útiles que permiten un control exhaustivo de todos los gastos. Estas aplicaciones te ayudan a gestionar los movimientos financieros, establecer presupuestos específicos, y realizar un seguimiento de los días de corte y cobro, entre otras funcionalidades. Revisar tus gastos con regularidad te permite detectar posibles errores, evitar cargos innecesarios y mantener un registro preciso de tus transacciones. Este hábito es una parte esencial de una gestión financiera efectiva y puede contribuir significativamente a tu capacidad de ahorro.

Segundo error: no tener claro el objetivo del ahorro

La importancia de tener un claro objetivo para el ahorro radica en su capacidad para otorgar un propósito definido y un rumbo claro a nuestra actividad financiera. A menudo, el ahorro se percibe como una práctica monótona y desafiante, donde se acumulan fondos de manera indefinida sin un propósito concreto. Sin embargo, esta percepción puede alejarnos de una de las herramientas más poderosas para alcanzar nuestros sueños y metas. Exploraremos a continuación la importancia de definir objetivos de ahorro con claridad y cómo esta práctica puede ser la clave para transformar el ahorro en una herramienta poderosa que nos ayude a alcanzar nuestros sueños financieros con éxito. Ahorro para Emergencias: este fondo debe equivaler a 6 meses de ingresos actuales y se debe mantener en inversiones de bajo riesgo y alta liquidez. Puede ser en una moneda fuerte como el dólar, y hoy en día, gracias a las fintech, este ahorro en dólares puede ser tanto físico como sintético. Aquí encontrarás más información sobre esta forma de ahorro. Ahorro para Seguridad Financiera: este monto debe equivaler a más de un año y medio de ingresos. Alcanzar este nivel nos otorga un nuevo nivel de seguridad financiera, permitiéndonos tomar decisiones más significativas en nuestra vida laboral. Esto se traduce en mayor flexibilidad y la capacidad de aprovechar oportunidades de inversión en momentos de crisis económica generalizada como la actual. Ahorro para Consumo Discrecional: este tipo de ahorro tiene un objetivo claro: mejorar nuestra calidad de vida a través de la compra de bienes o servicios, como ropa, tecnología o viajes. El ciclo de ahorro se completa con la adquisición del artículo o la contratación del servicio deseado, lo que posteriormente requiere un nuevo ciclo de ahorro para futuras compras. Ahorro para Inversión y Emprendimiento: este ahorro está destinado a generar ingresos pasivos, liberándonos tiempo y permitiéndonos trabajar menos. Se utiliza para establecer un negocio o adquirir activos reales o financieros que generen ingresos. Este ciclo es constante: ahorro, inversión, generación de ingresos, parte para el consumo y parte para el ahorro, y así sucesivamente.

Conclusión

Hemos recorrido juntos los hábitos y objetivos del ahorro, y con esto, ya estás en camino hacia el éxito financiero. Postergar el ahorro no es una estrategia inteligente, y como vimos, cuanto antes comiences, más fácil será el camino. El ahorro no solo es una práctica financiera sensata, sino también el camino para alcanzar tus sueños y metas. Al definir objetivos claros y adoptar hábitos financieros saludables, estás fortaleciendo tu posición financiera y construyendo un futuro más sólido. Te felicito por llegar hasta aquí, pero el verdadero desafío comienza ahora. Es el momento de poner en práctica lo que aprendimos juntos. Nos vemos la semana que viene, listos para seguir explorando contenidos sobre finanzas personales e inversiones.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/cuidado-estos-dos-errores-pueden-arrastrarte-a-la-pobreza-nid31102023/

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