Las naranjas dulces (citrus sinesis) son un verdadero clásico cuando se trata de reforzar tu sistema inmunitario. Estos cítricos están repletos de vitamina C, un importante antioxidante que ayuda a tu organismo a combatir bacterias y virus, en especial durante los meses fríos.

De hecho, una sola naranja de tamaño mediano contiene toda la vitamina C diaria que tu cuerpo necesita. La pectina de las naranjas ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre. Además, su alto contenido de potasio las hace muy convenientes para personas hipertensas.

Los limones (citrus limon) son otro de los cítricos que puede ayudarte a mantenerte sano todo el año. Como la mayoría de las frutas, es muy rico en agua, tiene muy pocas calorías, está exento de colesterol y su contenido en grasas es insignificante.

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Un vaso con 100 ml de su jugo aporta los dos tercios de la vitamina C que se recomienda incorporar en el día. Ayuda a absorber el hierro de los alimentos, es esencial para el metabolismo energético y, gracias a su capacidad antioxidante, protege las células de todo el organismo.

Su cáscara es rica en aceites esenciales. Aromatiza postres, budines, tortas, mermeladas y panes, además de sopas y caldos. Es importante evitar la parte blanca, que es muy amarga y podría alterar el sabor final de la receta.

Puede que los pomelos (citrus paradisi) no sean tan populares como las naranjas o los limones, pero estos cítricos son igual de beneficiosos para la salud.

Al igual que las naranjas y los limones, los pomelos son ricos en vitamina C, lo que los convierte en una gran opción para reforzar tu sistema inmunitario. También contienen unos antioxidantes llamados flavonoides que ayudan a proteger las células del daño y a reducir la inflamación del organismo.

Además, los pomelos son bajos en calorías y ricos en fibra, lo que los convierte en una gran opción a cualquier dieta sana.

Las mandarinas (citrus ssp) son otro de los cítricos que pueden ayudarte a mantenerte sano durante la temporada de gripe y resfríos.

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La mandarina se caracteriza por la facilidad con que se pela y la dulzura de su jugo. Es muy rica en vitamina C, flavonoides y betacarotenos. Se destaca su riqueza en ácido fólico y minerales, como el potasio, el calcio y el magnesio.

Además de los gajos, deliciosos y muy decorativos, pueden aprovecharse la cáscara, el jugo e incluso las hojas en infusión. En ensaladas, combina bien con berros. La cáscara se puede confitar o rallarse para aromatizar postres.

Sumar estos cuatro cítricos de temporada a tu dieta puede ayudarte a mantenerte sano y a proteger tu cuerpo de las enfermedades durante todo el invierno.