Generales Escuchar artículo

Cuál es el impacto local de las compras por parte de extranjeros desde países limítrofes en zonas de frontera

CÓRDOBA.- Cada fin de semana largo o las vacaciones en los países limítrofes de la Argentina provoca que aumente la cantidad de gente que llega a las ciudades argentinas más cercanas para aprov...

CÓRDOBA.- Cada fin de semana largo o las vacaciones en los países limítrofes de la Argentina provoca que aumente la cantidad de gente que llega a las ciudades argentinas más cercanas para aprovechar la diferencia cambiaria. Hace meses que la Argentina es barata para los turistas de la región que compran alimentos, productos de cosmética, bebidas o cargan combustible. Son, coinciden los economistas, exportaciones que, en buena parte, no se computan porque hay operaciones que se pagan con tarjeta de crédito, sino que se hacen al contado y cambiando dólares por pesos. Las “exportaciones” de la “provincia 25″ como se empezó a denominar a ese fenómeno estimulado por el “superdólar” local.

De la comparación entre el primer trimestre de este año con el mismo período del 2022, surge que el aumento general de dólares brutos ingresados por la cuenta “Viajes” es del 175%. Por encima de ese valor están Paraguay (205%); Chile (331%) y Uruguay (350%).

Otro dato concreto es que la recaudación de Ingresos Brutos en las provincias limítrofes subió en términos reales un 26,5% últimos 12 meses versus 2019, cuando la brecha cambiaria no existía; apareció al final de ese año. En el resto de las jurisdicciones, según un cálculo del Ieral de la Fundación Mediterránea, el alza fue del 14,5%, 12 puntos porcentuales menos. Misiones es la jurisdicción que más se destaca entre las de frontera.

Para Marcelo Elizondo, experto en comercio internacional de la consultora DNI, explica que el registro de las operaciones se contabiliza dependiendo de cómo se pagan; si se cancelan con tarjetas de crédito, ingresan como dólares de “Viajes” y no quedan registradas como exportaciones de bienes sino de servicios porque no pasan por Aduana.

“El punto es que muchos extranjeros venden los dólares en el mercado paralelo y pagan con pesos no queda para nada registrados. Lo hacen, obviamente, porque les conviene -agrega-. Esta realidad muestra el desorden propio de un sistema poco convencional en el que tipo de cambio oficial está por debajo del de mercado; refleja la ‘economía pobre’ de la Argentina que es más barata que la de los países limítrofes. Genera problemas de estadísticas y alimenta los mercados paralelos, va acrecentando la relevancia de ese segmento que no es marginal local sino internacional”.

La Universidad Católica del Uruguay (UCU) le puso números a la brecha de precios que hay entre Salto, en su territorio, y Concordia, en Entre Ríos; desde el 2015 el Observatorio Económico genera el Indicador de Precios Fronterizos que marca que en mayo comprar 60 artículos en Salto fue, en promedio, 143,6% más caro que hacerlo en Concordia. Fue el segundo mes de mayor diferencia de precios junto con enero; el récord sigue siendo julio de 2022, con 173,7%.

La brecha puede cambiar en los números finos, pero se mantiene con más y menos en las diferentes ciudades de frontera de la Argentina. LA NACION viene reflejando en diferentes coberturas cómo los comerciantes de Misiones, Formosa, Jujuy, Salta y Mendoza cuentan que la llegada de chilenos, paraguayos, uruguayos, brasileños y bolivianos es “una constante” por la diferencia cambiaria. Tierra del Fuego es la jurisdicción que se corre de esa general, ya que allí los chilenos básicamente hacen turismo.

La participación de los socios del Mercosur en las exportaciones totales de la Argentina cayó de 25% en 2011 a 17% en 2022. Esa es la estadística del comercio exterior formal. Las operaciones a Brasil, Uruguay y Paraguay sumaron algo más de US$15.000 millones el año pasado.

Desde el Ieral, el economista Jorge Vasconcelos plantea que entre 2022 y este año hay 3,4 puntos porcentuales de plus en el incremento de recaudación en las siete provincias de frontera versus el resto por lo que, ponderado por la participación de éstas en el total, habría un aporte de los consumos de la denominada “provincia 25″ equivalente a 0,5 puntos del PIB nacional.

“La incidencia ha sido mucho más significativa si la medición se realiza sobre el PIB del sector manufacturero: el impacto alcanzaría al equivalente a 2,5 puntos del PIB industrial”, añade. Ese porcentaje serían, al tipo de cambio oficial, unos US$2.500 millones. Vasconcelos aclara que el efecto no es homogéneo para todo el entramado fabril, ya que hay una gama amplia de sectores que queda fuera de estos flujos, como por ejemplo automóviles, camiones, máquinas, equipos e insumos industriales de cierto volumen.

Entramado de distorsiones

Para el economista, por eso, el impacto ha sido mayor todavía sobre la franja de actividades industriales que elabora los productos más demandados en el tráfico de frontera, desde alimentos a artículos de limpieza, pasando por bebidas y posiblemente medicamentos, cosmética y bienes asociados a reformas de las viviendas. “No habría que extrañarse si 4 ó 5 puntos de la variación de la producción/ventas de compañías de esos sectores en 2022 se explica por el fenómeno de la ‘provincia 25′ y no por la reactivación del mercado interno”, sintetiza.

Las compras de los vecinos que cruzan las fronteras no son por única vez, sino cada vez más frecuentes; “turismo de ahorro” es el nombre que recibe el fenómeno ya que cambian los dólares en el mercado paralelo a un nivel cercano a los $500 y consiguen productos a mucho menor precio que en sus países.

Las distintas fuentes consultadas subrayan que lo que está pasando en las fronteras es un espejo donde se reflejan las diferentes distorsiones que atraviesan a la macro economía argentina.

El director y economista jefe de Invecq Consultora Económica, Matías Surt, ratifica que el atraso cambiario por parte de la Argentina es la principal explicación a los masivos cruces de los vecinos de países limítrofe: “Vivimos con un tipo de cambio oficial relativamente atrasado, pero hay un mercado partido y los extranjeros, al encontrar el dólar paralelo tan alto, venden y con los pesos compran productos de consumo masivo”.

Repasa que desde noviembre pasado, por una medida del Banco Central, los turistas que pagan con tarjeta acceden al dólar MEP. “Fue para que algo de ese circuito se canalice por el mercado formal; pero es una parte del total del gasto pero el resto se sigue haciendo a través del paralelo”, admite.

Surt apunta que esta dinámica actúa como un “amortiguador” de la actividad económica. Si hubiera un mercado único, “todas las zonas de frontera pasarían al escenario contrario”, grafica. Aunque califica de “atípico” lo que pasa, sostiene que ya se han visto situaciones iguales o inversas en diferentes momentos de la historia.

Por caso, en la década del ‘80 el mercado cambiario estaba desdoblado y el paralelo cotizaba “muy alto”. La brecha a fines del ‘81 era del 60%; en setiembre del ‘82, 100%; en las elecciones del ‘83, 85% y en octubre del ‘84; alrededor del 75%. En todos los casos hubo devaluaciones de diferentes magnitudes.

En los ‘90, con el mercado único de cambios y el “uno a uno” lo que se registró fue la salida de los argentinos al exterior; en los 2000 comienza la llegada de turistas porque el tipo de cambio se empieza a atrasar; entre 2012 y 2017, otra vez éxodo de locales, por ejemplo a Chile, para hacer compras. “Se empieza a acomodar en 2018 con la devaluación”, grafica Surt.

Un trabajo de Jorge Day del Ieral da cuenta de que “para encontrar valores semejantes a los del dólar blue -alrededor de $490- hay que remontarse a períodos de crisis severas en los ‘80 o o de mediados de los ‘70. Entre 2012 y 2015, la cotización en el mercado paralelo fluctuó en torno a los $300, a precios de hoy.

Cómo se sale

La economista Soledad Pérez Duhalde de la consultora Abeceb coincide con sus colegas de que el combo de la devaluación del peso, la brecha cambiaria y el precio de algunos productos que no acompañan a la inflación, “lleva a que indefectiblemente” los vecinos limítrofes vengan a los supermercados de la Argentina y a cargar nafta. Ratifica que el tipo de cambio real histórico, a precios de hoy, es de unos $333.

“Los datos hablan por sí solos -aporta-. Una distorsión empuja a otra. No hay micro managment que pueda controlar la distorsión de los precios relativos”. Recuerda que en la Argentina alrededor del 40% de la economía se mueve “en negro” lo que da una dimensión de lo que puede estar pasando en zonas de frontera.

Pérez Duhalde entiende que parte de la “estabilización” de la economía que se debe hacer tiene que ver con acomodar los precios relativos: “El punto de llegada es un salto discreto del tipo de cambio, más o menos temprano. El reacomodamiento base será en diciembre, aunque hay chances elevadas de que pueda haber algo entre post PASO y diciembre”.

Para Surt, unificar el mercado cambiario es una condición previa a la de estabilizar. Enfatiza que intentar bajar la inflación sin arreglar el mercado cambiario llevará a que siga la expectativa de devaluación. A su criterio, ese tipo de cambio único debería estar “en medio” del valor del oficial y los paralelos.

Vasconcelos también analiza que es “probable” que desde diciembre en adelante haya un tipo de cambio oficial “más realista, a mitad de camino entre el dólar oficial y el dólar libre de hoy”. En ese caso, la ganancia de competitividad de la Argentina para entrar a los mercados vecinos por la vía del comercio exterior formal “puede mover muy en el margen las exportaciones del orden de los US$15.000 millones del 2022 y el comercio de frontera dependerá de la magnitud de la brecha cambiaria”.

Si la brecha sigue en torno al 100%, el dinamismo del comercio de frontera se mantendrá, pero si se achica al 35 % “se volverá mucho más selectivo; la oferta de bienes que hoy es demandada por los vecinos que cruzan la frontera todos los días pasará a ser ‘exceso de oferta’ en el mercado local. Ayudando a frenar la inflación, pero complicando la rentabilidad de las industrias que hoy se benefician de la demanda de la ‘provincia 25′”.

“Más relevante para recuperar competitividad en la región será el desmonte del cepo al comercio exterior, facilitando el acceso a insumos y bienes intermedios importados a las industrias locales -destaca-. Ese mayor flujo de comercio exterior será de ida y vuelta, más exportaciones y más importaciones”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/comercio-exterior/cual-es-el-impacto-local-de-las-compras-de-extranjeros-desde-paises-limitrofes-en-zonas-de-frontera-nid20072023/

Comentarios
Volver arriba