La pava es un objeto indispensable en la cocina, principalmente, para tomar mate y también para preparar otras infusiones. Lo que ocurre es que con el paso del tiempo, el sarro invade su interior y deja manchas difíciles de quitar.

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Este mineral calcificado se acumula en las pavas tanto tradicionales como eléctricas debido al contacto permanente con el agua caliente y, aunque pueda parecer imposible de eliminar, no lo es. ¿Por qué? Porque el vinagre resulta la solución milagrosa para quitarlo.

Asociado con la gastronomía, el vinagre también ha demostrado ser un potente aliado en la limpieza del hogar. Sus propiedades desinfectantes y desengrasantes lo destacan, incluso, entre los productos comerciales. En cuanto al sarro, dada su eficacia para aniquilar bacterias, virus y hongos, este aderezo para ensaladas resulta ideal para disolver la acumulación de la desagradable sustancia.

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Los beneficios del vinagre, además, se extienden más allá de sus capacidades. A diferencia de los productos del supermercado, esta fermentación es natural y biodegradable, algo que transforma la tarea de limpiar en una actividad más segura, fácil, económica y amigable con el medioambiente.

Para eliminar el sarro de la pava sólo se necesita una taza de vinagre blanco y otra de agua templada. El primer paso es llenar la pava de vinagre y de agua en partes iguales y dejar que la mezcla actúa durante una hora. Luego, se debe prender el fuego de la hornalla, colocar la pava y esperar a que hierva. Una vez finalizado este proceso, hay que tirar el contenido y enjuagarla. El olor y el sabor que puede llegar a dejar el vinagre se quita con un lavado intenso con esponja y detergente.

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La pava eléctrica implica un procedimiento diferente debido a que cambian los ingredientes. En este caso, hay que mezclar dos cucharadas de bicarbonato de sodio, media taza de vinagre blanco y dos de agua en el hervidor desenchufado. La preparación se deja reposar por treinta minutos y apenas haya finalizado el tiempo, se debe retirar el contenido y enjuagar con agua fría.

La presencia de agua rica en minerales como el calcio y el magnesio contribuye a la acumulación de sarro en otros lugares de la casa, como, por ejemplo, las cañerías. Una mezcla de bicarbonato y de vinagre vertida por el desagüe colabora en la solución de este problema.

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Por otro lado, el lavavajillas y los espacios comunes del baño, como la ducha, el inodoro, el lavatorio, las griferías e incluso las paredes, también son espacios en los que el sarro encuentra sitio para alojarse. Aquí, el vinagre combinado con jugo de limón y bicarbonato resulta útil para eliminarlo.

El último electrodoméstico que suele ser afectado por el sarro es el lavarropas. Por eso, para cuidar las prendas durante el lavado y asegurar el buen funcionamiento del artefacto, conviene rociar vinagre en el tambor y refregar con una esponja sobre las zonas problemáticas.