Trabajar y cumplir con nuestras metas en la coyuntura y contexto global y local nos presenta múltiples desafíos. Nos encontramos todo el tiempo con prioridades contrapuestas, disrupción permanente y una incertidumbre que nos hace dudar en cada decisión que tomamos. Es un tiempo de alta competitividad entre empresas y también entre profesionales que tenemos que demostrar nuestro valor. Seguir creciendo y hacerlo de una manera innovadora se presentan como dos necesidades para no quedar en el camino. Esto me llevó a preguntarme: ¿cuál es el papel de la innovación en el crecimiento y viceversa? Esta misma pregunta se hizo la consultora McKinsey en su último informe de este mes de noviembre, para identificar cuáles son las características de las compañías y profesionales que muestran tanto crecimiento como innovación sostenida en la última década. Para averiguarlo, identificaron a 650 empresas públicas que lograron un crecimiento rentable en relación con su industria en la última década y al mismo tiempo sobresalieron en las capacidades esenciales asociadas con la innovación. De ellas, hubo un grupo de 50 que superó ampliamente a otras mostrando crecimiento e innovación sostenidas. ¿Qué las distingue del resto? Tres variables: cómo aspiran, cómo activan y cómo ejecutan.

Habilidades para planificar el 2024

Aspirar se refiere a cómo incorporan y comunican a la innovación en sus aspiraciones estratégicas generales. En sus conversaciones y comunicación, enfatizan a la innovación como un medio para crear un crecimiento sostenible. Se busca cultivar una mentalidad innovadora entre los equipos, se comunican aspiraciones alcanzables y objetivos claros para reducir los temores al fracaso, las críticas y el impacto profesional negativo que a menudo frenan la innovación. Frecuentemente expresan su compromiso de invertir más recursos en talento y capacidades digitales, y tienen casi tres veces más probabilidades que sus pares de rápido crecimiento pero no innovadores de enmarcar sus esfuerzos como una “transformación”. En segundo lugar, activan en el negocio conocido, pero también exploran segmentos adyacentes de clientes, industrias y geografías a la vez, y se valen de la tecnología que les permite analizar información cruzada que genera nuevas pistas para esa expansión. Y finalmente, ejecutan con foco en capacidades de innovación tangibles y medibles. Esto permite ajustar las variables que se precisen en el camino y redoblar la apuesta cuando se encuentra el acierto. Crecer e innovar al mismo tiempo es posible y nos puede generar un valor que nos distinga del resto. Requiere una ingeniería fluida de aspiraciones claramente comunicadas, activación tanto en el terreno conocido como en nuevos y una ejecución que persiga la excelencia basada en datos.