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Comida novedosa y divertida: la historia de Pumper Nic, una metonimia argentina del fast food

Aunque hoy los locales de comida rápida son un escenario de cada esquina, en la década del 70 todavía no era un mercado asentado en el país. Su mayor impulso llegó a la Argentina en 1974 de la...

Aunque hoy los locales de comida rápida son un escenario de cada esquina, en la década del 70 todavía no era un mercado asentado en el país. Su mayor impulso llegó a la Argentina en 1974 de la mano de Pumper Nic y su fundador, Alfredo Lowenstein, quien propagó un modelo ampliamente difundido en el hemisferio norte, pero con un nombre basado en un pan de Alemania, el pumpernickel.

Como detalla una nota de LA NACION, Lowenstein contaba con ventaja en el ambiente de la carne: su hermano había creado la marca Paty, que pronto pasó a convertirse en un genérico del producto que representaba.

Pumper Nic llegó a tener 70 locales en todo el territorio nacional, en parte gracias a un sistema de franquicias que implementó a partir de 1975, a través del cual se licenciaba la marca a terceros. Así, pronto alcanzó una facturación de US$60 millones.

El éxito fue rotundo: así como Paty representó a la hamburguesa en general, el local de Lowenstein, perteneciente a la firma Facilvén, se convirtió en una metonimia de la comida rápida o fast food.

La comida rápida que marcó a una generación

En Estados Unidos, el método del fast food fue creado en 1948 por los hermanos Richard y Maurice McDonald, en California. Su característica principal fue la eliminación de los cubiertos, lo que se sumaba a una oferta gastronómica reducida: papas fritas y hamburguesas, más un condimento a base de kétchup, cebolla y mostaza.

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Como aquella cadena, que fue representada por el personaje de un payaso, de pelo rojo y uniforme amarillo, el negocio argentino también buscó un elemento representativo, y lo encontró en en un hipopótamo verde bautizado Nic. Además, la estética de los locales emulaba la Norteamericana, que puede verse en las cadenas más famosas hoy en día: menús desplegados a la vista, en carteles luminosos, sobre los mostradores en donde los cajeros toman los pedidos.

Entre los 70 y 80, los establecimientos de Pumper Nic fueron lugares obligados de reunión para niños y adolescentes. Los festejos de cumpleaños o las juntadas con amigos son memorias recurrentes de muchos, y las redes, testigos de esos recuerdos: “Cuando se inauguró el de Villa Urquiza, mi barrio, fuimos todos en patota. Sería el 79, yo estaba en la secundaria... Era un lugar de encuentro”; “Qué recuerdos, festejé varios cumples ahí, por lo menos hasta mis 5 añitos. Había un pumper por Acoyte y Rivadavia creo”.

Una de sus publicidades más características la protagonizaba el hipopótamo, que aseguraba: “Comer en Pumper Nic es divertido”. Y la canción: “Pumper Nic, la nueva forma de comer. Pumper Nic, vení y vas a ver”. La cuestión de lo novedoso era el punto focal del jingle y el eslogan, que además tenía un sonido familiar. Es que más de una persona reconocerá la voz del locutor de otros personajes que formaron parte de la cultura argentina: Pedro “Pelusa” Suero, quien realizó el doblaje, fue también quien le dio vida a Larguirucho, Pucho y el profesor Neurus, de Anteojito, la serie animada basada en la historieta de Manuel García Ferré; a Clemente, de Caloi, cuando llegó a la televisión para el Mundial de fútbol de 1982; y a otras publicidades emblemáticas, como el diablo de cocinas Orbis, el Tigre Tony, de Zucaritas Kellog’s, los insectos de Raid y muchos más.

Alberto Furgiele fue el director de arte publicitario y creador de Nic, según detalla la página web Historia de la Publicidad, creada por Raúl Manrupe, investigador en el Museo del Cine Pablo Ducros Hicken y escritor del libro Vamos a una pausa, sobre los orígenes de la televisión argentina y la publicidad. Manrupe cita a Marité Mabragaña, directora creativa y esposa de Furgiele: “La cuenta era Pumper Nic, la primera de hamburguesas en el país. . El pedido del cliente fue hacer clara y atractiva la idea de que hay que levantar lo que queda en la mesa y tirarlo a la basura. Esto tampoco nadie lo hacía. A la agencia se le ocurrió la idea de ‘dar de comer al hipopótamo’, que surgió de que Furgi encontró que el hipopótamo era el animal más simpático y bocón. Además, era imprescindible que no se pareciera a ningún animal de Disney. Por eso el hipopótamo de Furgi es absolutamente original”.

Consultado para esta nota, Manrupe opinó sobre esta cadena de comida: “Abrió caminos al fast food. Hubo otras casas de hamburguesas pioneras, como Chéburger , pero ninguna tuvo la popularidad de Pumper ni su permanencia en la memoria popular. Freny’s, Mobur, etc., fueron términos que renovaron el lenguaje gastronómico. Fue también un espacio de encuentro para los jóvenes hasta entonces inexistente. Soda Stereo presentó su primer LP en el Pumper de Suipacha y Lavalle . Creo que desacartonó la forma de comer afuera en un entorno que empezaba a cambiar”. Freny’s era el nombre que le habían asignado a las papas fritas, Mobur, al sándwich de hamburguesa.

Todo esto se relaciona, en opinión del investigador, con la innovación de la marca en su comunicación visual y diseño gráfico, tanto con la tipografía como con el uso de la “mascota”, que implicaron una modernización y diferenciación respecto de lo que se utilizaba, hasta el momento, en otros lugares de comida.

Sin embargo, la cuestión del logo —el nombre entre dos panes— fue un paso más que acercó a Pumper Nic a la quiebra.

Competencia y juicio

A fines de la década del 80, la compañía empezó a perder relevancia en el mercado de la comida rápida, en parte a causa de la llegada al país de sus principales competidores internacionales: McDonald’s, que arribó a la Argentina en 1986, y Burger King, que no solo desembarcó en 1989, sino que, además, le había iniciado un juicio a la marca nacional por copia del logo. Y lo ganó.

Jorge Otamendi, socio del estudio jurídico G Breuer, especializado en protección de marcas y patentes, y quien defendió a Burger King en aquel juicio, habló al respecto en otra nota: “Pumper eligió para hacer su marca los medios panes que usaba Burger King. Copiaron esos panes y solo cambiaron el nombre que va en el medio, pero lo escribieron con el mismo color y letra que el original”. La Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor de Burguer King al considerar nula la marca apropiada de “mala fe”. Luego de este traspié, debieron cambiar el logo y el nombre: de Pumper Nic pasó a denominarse simplemente Pumper.

La caída.

Burger King le hizo juicio por plagio del logo en 1986 y se lo ganó. Ese año también aterrizó en el país Mc Donald’s, y a Pumper se le hizo difícil competir. pic.twitter.com/QxppXu9Qr4

— Marcas Argentinas (@marcasarg_) July 8, 2021

Al juicio en su contra y la llegada de las grandes cadenas internacionales se le sumó un mal manejo del sistema de franquicias que a mediados de los 70 había impulsado el negocio. De hecho, el principal error de Lowenstein en este terreno fue acelerar la apertura de locales otorgando licencias a diestra y siniestra, lo que llevó a que muchos franquiciados se alejaran del know how establecido por la marca y, de esta forma, bajaran la calidad de los productos.

Para principios de los 90, con la compañía ya en manos de los hijos del empresario, quedaban en pie 56 franquicias, de las cuales 39 cerraron en 1995. A partir de ahí, y con el paso de los años, la caída se hizo cada vez más marcada, hasta que en 1999 presentaron la quiebra. Hoy la marca aún aparece en los registros, pero a nombre de Federico García Buhlman y Diego González Alazard.

A principios de 2023 apareció, en algunos supermercados del conurbano, una línea de fiambres con el mismo nombre de aquellos locales y el mismo personaje: Nic. Según explicó LA NACION entonces, detrás de esta se encontraba el frigorífico Cabaña Antonativa, de Lomas del Mirador, quienes comentaron que habían realizado el producto para el dueño de la marca. Muchos se entusiasmaron con una posible vuelta de la hamburguesería al escenario nacional. Pero esto fue desechado rápidamente, dejando a más de uno con la nostalgia de los tiempos que no volverán.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/comida-novedosa-y-divertida-la-historia-de-pumper-nic-una-metonimia-argentina-del-fast-food-nid07122023/

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