Elegían a sus víctimas, de madrugada, en boliches de Palermo y Recoleta. Unos tragos eran el puntapié inicial para ganarse la confianza, para después encontrar el momento propicio y concretar el plan criminal: sedar a los jóvenes que las habían invitado a sus departamentos y robarle dólares, teléfonos celulares, ropa, joyas, relojes y otros objetos de valor. Los casos se repitieron sin modificar el modus operandi hasta que las “viudas negras” fueron identificadas a partir del análisis de cámaras de seguridad y de los tatuajes en sus cuerpos, marcas difíciles de olvidar para los hombres que cayeron en su trampa.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fueron judiciales. En las últimas horas, el juez en lo criminal y correccional porteño Darío Bonanno procesó con prisión preventiva a cuatro sospechosas, jóvenes de entre 20 y 26 años, por el delito robo agravado por su comisión en poblado.

Según fuentes judiciales, entre enero y junio pasado, las sospechosas, protagonizaron seis hechos donde se hicieron de un botín de 6.000.000 de pesos, entre dinero, teléfonos celulares y otros objetos de valor. No se descarta que hayan cometido más robos de la misma modalidad. Hasta el momento, se registraron 14 víctimas.

“Considero que las probanzas valoradas conjuntamente con la provisoriedad de esta etapa procesal, forman un cuadro probatorio suficiente para tener por acreditada prima facie la materialidad de los hechos bajo estudio y la responsabilidad que les cupo”, afirmó el juez Bonanno en la citada resolución. El magistrado tuvo la colaboración de detectives de la Policía de la Ciudad.

El primer caso por el que fueron procesas las “viudas negras”, modalidad delictiva protagonizada por mujeres que duermen con somníferos a sus víctimas para sustraerles dinero y otros objetos de valor, ocurrió el el 27 de enero pasado entre las 5, momento en que las víctimas conocieron a las sospechosas en un boliche de Palermo, y las 14, cuando se despertaron y advirtieron que habían caído en la trampa,

Las víctimas fueron tres amigos que habían ido a bailar y conocieron a tres jóvenes. A una la recordaron porque tenía un tatuaje de una mariposa en el cuello y el cabello teñido de colorado. Estuvieron en el vip del local bailable hasta que fueron al departamento de uno de los jóvenes en Recoleta.

“Arribaron al domicilio mencionado a las 5, aproximadamente, ocasión en la que les ofrecieron algo para beber, para luego de un rato quedarse dormido, sin recordar más nada hasta el mismo día a las 14. Sobre ello, mencionaron que las acusadas les insistían que bebieran. Las víctimas dejaron constancia que fueron al Hospital Alemán, donde tras una serie de análisis, les detectaron la presencia de Benzodiacepina (un medicamento psicotrópico con efecto sedante)”.

Las “viudas negras”, que se hicieron de un botín de un teléfono celular Iphone 13 Pro Max, un parlante JBL, un par de auriculares y dinero en efectivo, quedaron registradas en las cámaras de seguridad del edificio donde vivía una de las víctimas.

Veinte días después, una de las víctimas volvió al boliche donde había conocido a las sospechosas, y se cruzó con la joven del tatuaje de la mariposa. Y le dio aviso al personal de la Policía de la Ciudad.

El segundo hecho ocurrió entre las 7 y las 12.48. La víctima fue un joven que vive en Villa del Parque que había ido a bailar con un amigo a un boliche de Palermo, donde conocieron a tres jóvenes. Una de ellas con un tatuaje de Bombón, uno de los personajes de las Chicas Superpoderosas.

Antes de ir al departamento de unos de los jóvenes, en Villa del Parque, el grupo pasó por la zona de Plaza Serrano y comieron algo en un bar. Las muchachas insistían para que “compraran un vino dulce”. Lo compraron en un quiosco y continuaron el viaje.

Cuando llegaron al departamento de una de las víctimas, una de las jóvenes fue a la ”cocina con la intención de preparar un trago con un vino dulce en una coctelera”. Las “viudas negras”insistieron con que sus víctimas bebieran el trabajo. Lo hicieron y quedaron dormidos. Cuando se despertaron advirtieron que les habían robado “11.223 dólares”.

“La investigación, que lleva seis meses, continúa. La prioridad es establecer la intervención de otras mujeres en estos acontecimientos, acreditar la comisión de nuevos hechos, como también determinar aquellas personas que forman parte del andamiaje de la organización criminal”, sostuvo a LA NACION una calificada fuente judicial.

Los robos se repitieron con la misma modalidad. Uno de los últimos hechos que se les adjudica a la “viudas negras” se concretó en un departamento de un edificio de República Árabe Siria al 3200, en Palermo.

“La fácil identificación de dos de las sospechosas se explica, también, a partir de los tatuajes que poseen cada una de ellas, a los que todas sus víctimas hicieron referencia con particular distinción en cada una de sus deposiciones, y que convence de su participación en todos los ilícitos investigados”, afirmó el juez en la resolución donde procesó a las “viudas negras”.