Inter y Lautaro Martínez imaginan un futuro compartido, una extensión de un vínculo que ya va por la sexta temporada. Una identificación que se refuerza en situaciones como la de este miércoles, cuando el Toro salvó al subcampeón de Europa de una derrota que lo retrataba como un equipo muy inferior a Real Sociedad. Fue 1-1 en la apertura del Grupo D, que se completó con la derrota como local de Benfica (con Nicolás Otamendi y Ángel Di María) ante Salzburgo por 2-0.

Instalado en el noveno puesto entre los goleadores históricos de Inter -con 109 tantos está a 12 de los 121 de Mauro Icardi, octavo-, Lautaro escala también en la tabla de los cannonieri neroazzurri de la Champions. Con el zurdazo que sacó al entrar por atrás de todo para aprovechar un remate cruzado de Davide Fratessi, el bahiense acumula 11 tantos en la competencia europea de clubes más importante. Igualó la línea de Hernán Crespo y quedó a dos de Julio Cruz (13) y a tres del brasileño Adriano, dueño del récord en Inter. Lautaro dejó su muestra de eficacia en escenarios imponentes, como el Camp Nou, el Santiago Bernabéu, Anfield Road y en el Giuseppe Meazza contra Milan.

Antes del angustioso empate rescatado en Anoeta, el director deportivo de Inter, Giuseppe Marotta, expresó la intención de que Martínez se convierta en un jugador de época para el club: “Estamos hablando con Lautaro para la extensión del contrato. Él quiere quedarse con nosotros”. El convenio vigente es hasta 2026 y la idea es firmar hasta 2028, con un aumento salarial.

Hace unos días, el bahiense había mostrado una disposición en sintonía con Marotta: “Había varios clubes interesados en ficharme este verano, pero estoy contento de estar en el Inter. Soy el capitán, estoy feliz y siento que el club trabajará con mi agente para acordar un nuevo contrato, para seguir juntos”. Si fuera por una cuestión meramente económica, Inter no podría competir con las ofertas que le llegaron a Lautaro de Arabia Saudita. El club está bastante condicionado por las deudas, pero el Toro privilegia lo adaptado que se encuentra familiarmente a la ciudad y la condición de referente que fue construyendo en los futbolístico.

Más allá de la satisfacción por el gol, Lautaro reconoció que Inter no hizo un buen partido: “No estoy satisfecho, tenemos que mejorar mucho, pero por suerte es sólo el principio. No ha sido el Inter conocido, no entramos como queríamos. ¿Si subestimamos al rival? No, no, estábamos preparados para competir fuerte. No perder es importante, esto viene del año pasado. Estamos más maduros, pero hoy no jugamos en nuestro nivel. En esta competencia, los detalles marcan la diferencia”.

En cuanto al cotejo en San Sebastián, Lautaro casi no había tocado la pelota e Inter ya estaba en desventaja, otro remate había dado en un poste y Yann Sommer se exigió con una atajada. Todo eso en los cuatro minutos iniciales, arranque en el que Real Sociedad arrolló a un Inter aturdido, sorprendido por el vértigo local, que cortaba y se volcaba sobre el área rival.

El gol de Lautaro Martínez para el empate

La rotación que aplicó Simone Inzaghi tuvo una puesta en escena fallida. Sin Acerbi y Bastoni en la defensa, preservado el pistón que es Dimarco por la izquierda, ausentes el toque criterioso de Calhanoglu y la pujanza de Thuram como nuevo compañero de ataque de Lautaro, Inter fue una sombra. Nada que ver con el equipo que se impuso en las primeras cuatro fechas de la Serie A, con 13 goles a favor y uno solo recibido.

Aun en la derrota, el último antecedente de Inter en la Champions era positivo. En la final de Estambul lo había puesto seriamente en apuros a Manchester City, que fue campeón con un ajustado 1-0. Esa noche, el arquero Ederson le había tapado el empate a Lautaro.

Lo más destacado de Real Sociedad 1 - Inter 1

Poco abastecido, a Lautaro le quedaba a varias leguas el arco de Alejandro Remiro. Debía retroceder a apoyar la salida de su equipo y maniobrar mucho de espalda a la valla rival. Ofensivamente, Inter quedó reducido a la mínima expresión en la primera etapa, apenas un cabezazo muy desviado de Arnautovic desde una posición incómoda.

Real Sociedad se afirmó desde el gol de Brais Méndez, a los tres minutos, tras presionar y quitarle la pelota a Bastoni en una salida. La jugada fue una fotografía de lo que sería gran parte de la primera etapa, solo que al conjunto español le faltó la eficacia que mostró en la definición de Méndez.

El conjunto de Imanol Alguacil siguió siendo superior y dejó escapar la posibilidad de ampliar la ventaja en la primera mitad de la segunda etapa. Inter sobrevivía entre las tapadas de Sommer y otra definición que dio en un poste. También zafó de lo que pudo ser un golpe definitivo cuando el árbitro inglés Michel Oliver, a instancias de una revisión propuesta por el VAR, le quitó a Nicolló Barella la tarjeta roja que le había mostrado por un pisotón a un rival. Discutible retractación.

Inzaghi hizo los cambios necesarios: entraron Thuram, Fratessi y Dimarco. Real Sociedad, después de un gran desgaste, aflojó. También ingresó Alexis Sánchez, en su regreso a Inter para una segunda etapa. Inter fue un poco más profundo, Thuram inquietaba y Lautaro entraba más en acción cerca del área. Real Sociedad no había liquidado el partido cuando pudo y lo lamentó. Lautaro no había pateado al arco, pero le bastó que le quedara una para hacer valer la ley del goleador.