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Cambio de era: The New York Times cerró su sección Deportes

A inicios del siglo 20 Nueva York era el reino de la “prensa amarilla”. De un lado, William Randolph Hearst (el “Citizen Kane” del cine), con su diario Morning Journal. Del otro, Joseph Pul...

A inicios del siglo 20 Nueva York era el reino de la “prensa amarilla”. De un lado, William Randolph Hearst (el “Citizen Kane” del cine), con su diario Morning Journal. Del otro, Joseph Pulitzer con el World. Valía todo. Incluso, promover guerras. Odio racial. Defender causas. “No esperar a que las cosas pasen. Hacer que pasen”. En 1896, la familia Sulzberger compró The New York Times bajo el lema “Todas las noticias dignas de ser impresas”, una trompada para el sensacionalismo de Hearst y Pulitzer. Icono desde entonces del periodismo mundial, el Times jamás dio gran importancia a su sección Deportes, pero firmas sagradas nos contaron allí buena parte de la historia de Estados Unidos. Es la misma sección Deportes que esta semana ha dejado de existir.

Red Smith (“escribir es fácil, solo hay que abrirse una vena y comenzar a sangrar”) odió a Muhammad Alí, pero colegas más jóvenes (como Robert Lypsite) miraban más amplio al campeón que se hacía musulmán y se negaba a combatir en Vietnam. Estaban Dave Anderson y Arthur Daley (ambos Premio Pulitzer), George Vecsey, Ira Berkow, Harvey Araton y William Rhoden (que describió a los atletas millonarios pero sin voz propia como “esclavos de cuarenta millones de dólares”). El doping de Lance Armstrong contado por Juliet Macur, el tenis por Christopher Clarey, el FIFAGate por Tariq Panja y el fútbol europeo por Rory Smith. Guerra Fría, drogas, conmociones cerebrales y negritud. Los abusos del médico Larry Nassar. Colin Kaepernick, LeBron James y la era Trump. Y el gran Gay Talese, que escribió su propio libro sobre The New York Times (El reino y el poder).

El último nombre de esta lista podría ser Kevin Draper. El 23 de octubre de 2017, Draper alertó en The New York Times sobre la ambición de los jóvenes dueños de The Athletic, una web de deportes nacida solo un año antes. “Dejaremos sangrar” a todos los periódicos locales, “les chuparemos su mejor talento”, hasta quedar solo nosotros, le decía Alex Malther, que imaginó a millones de aficionados dispuestos a pagar una suscripción a cambio de recibir noticias de su equipo. Draper escribió que esa “estrategia buitre” era posible en una prensa deportiva “precarizada” e inició aquella nota con un texto hoy profético: “Cuando termine de leer este artículo, (The Athletic) habrá contratado a otro conocido periodista deportivo” y, en un par de años, “tal vez la sección Deportes de ese periódico ya no exista”. Cinco años después, The New York Times compró The Athletic por 550 millones de dólares. Y el lunes pasado, la sección Deportes que dejó de existir es la del New York Times. The Athletic ocupa hoy su lugar.

The Athletic (“una Spotify o Netflix del periodismo deportivo”) debió frenar su ambición tras una seguidilla de despidos en ESPN, Sports Illustrated, Yahoo Sports y Fox Sports, entre otros. Tiene cerca de 400 empleados, podcasts y newsletters, pero también despidió personal en junio pasado, ya en manos del Times. Triplicó suscriptores (3 millones), publica cerca de 150 artículos diarios y cubre a más de 200 equipos y Ligas profesionales. Pero perdió casi 8 millones de dólares en el primer trimestre de este año y dice que recién sería rentable a partir de 2025. Tiene fútbol americano, béisbol, NBA, hockey sobre hielo y universitarios. Cowboys de Dallas, Jets y Giants de Nueva York, igual que Yankees y Knicks, Red Sox en Boston, Dodgers en California, Lakers en Los Angeles, Bulls en Chicago, Celtics en Boston. Y ahora el fútbol que crece. Copa América, mundiales de clubes y selecciones. El domingo será presentado Lionel Messi.

El periodismo deportivo de Estados Unidos moldeó al resto. Las dos grandes cadenas dueñas de casi todas las trasmisiones (ESPN y Fox) crearon paneles para llenar espacios en sus canales de 24 horas y para promocionar sus productos. Hoy, con algoritmos a cargo de los resultados deportivos, The New York Times busca imponer su nueva marca (The Athletic) para llegar a los 15 millones de suscriptores en 2027. Pagar para leer. El diario afirma que su decisión fortalecerá la cobertura deportiva. Pero el sindicato acusa “tercerización”. Lo dice The Washington Post, propiedad de Jeff Bezos, también dueño de Amazon, enemigo de los sindicatos.

Los tiempos han cambiado. Cambia el deporte. Cambia también el periodismo. Y también cambia la clientela: podrán irse nostálgicos amantes del deporte pasado, llegan millones más del deporte-espectáculo. No hay debate sobre si las casas de juego que tienen acuerdos de patrocinio con The Athletic jaquean valores éticos. El viejo sueño deportivo reducido a una apuesta. Está sucediendo en todos lados. El lunes pasado, cuando Chiqui Tapia era homenajeado en la fiesta televisiva del Martín Fierro, los asistentes cantaban “Muchachos”. Vivaban a la selección campeona de Qatar agitando banderitas nacionales. Todas tenían la inscripción de la casa de apuestas que ya se adueñó de la camiseta de Boca: Betsson, fundada en Suecia, radicada en Malta. El cierre de la sección Deportes del Times podría ser al menos una “gran oportunidad” para definir qué hacer con el deporte, dice Robert Lypsite, otrora firma mítica del diario. “¿Es una extensión de la sección Cultura? ¿Es entretenimiento? ¿O es un aspecto de las noticias y de la vida estadounidense que deberíamos cubrir seriamente?”. Abrimos apuestas, con perdón de la palabra.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/cambio-de-era-the-new-york-times-cerro-su-seccion-deportes-nid12072023/

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