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Brasil no solo no consigue una señal de Carlo Ancelotti, sino que tiembla por una propuesta de renovación de Real Madrid

Carlo Ancelotti, por su personalidad campechana y largo recorrido en el fútbol, es un especialista en relajar ambientes tensos, en descomprimir climas que pueden tornarse irrespirables. En la conf...

Carlo Ancelotti, por su personalidad campechana y largo recorrido en el fútbol, es un especialista en relajar ambientes tensos, en descomprimir climas que pueden tornarse irrespirables. En la conferencia de prensa previa al partido que Real Madrid disputará este martes ante Braga por la tercera fecha de la etapa de grupos de la Champions League, la mayoría de las preguntas para el entrenador italiano estuvieron relacionadas con la controversia sobre los árbitros en la Liga de España.

Ancelotti salió de cada consulta con su cintura habitual, sin meterse en ningún charco, y de despedida dejó una ocurrencia que provocó sonoras risas en la sala de la conferencia. “Tenía la idea muy clara de darles la formación para mañana, pero por primera vez no me la preguntaron...”, dijo, mientras se ponía de pie para retirarse, mientras los periodistas se quedaban con la intriga.

A la distancia, la actualidad del seleccionado de Brasil necesitaría un pacificador como Ancelotti, a quien el presidente de la Federación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, señaló como “una realidad” para que sea el nuevo entrenador luego de la Copa América 2024. El equipo que es dirigido de manera provisional por Fernando Diniz -el mismo que está a cargo de Fluminense, rival de Boca en la final de la Copa Libertadores- viene de una doble jornada por las eliminatorias muy negativa, con un empate de local frente a Venezuela y una derrota ante Uruguay en el Centenario. Y en la ventana de noviembre le espera el clásico con la Argentina, en el Maracaná. El panorama se ensombreció más con la grave lesión de Neymar, que sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y los meniscos de la rodilla izquierda.

Con el cupo para el Mundial 2026 ampliado a seis representantes de la Conmebol -el séptimo disputará un Repechaje-, en Brasil no ven ninguna amenaza en las posibilidades de clasificación. Ahí no radica el problema. Pero sí están preocupados por el nivel futbolístico. No ven una reacción tras la fuerte desilusión que significó la eliminación ante Croacia en los cuartos de final del Mundial de Qatar.

La decisión de no confirmar a un director técnico, tras la salida de Tité, instaló en el ambiente una sensación de transición que está siendo vista como un tiempo perdido, un viaje a ninguna parte. Referentes históricos del seleccionado cuestionaron esta estrategia de la CBF. Dijo Rivaldo, campeón del mundo en 2002: “Brasil, siendo pentacampeón, jamás puede esperar a un entrenador. Con todo respeto por Ancelotti, a quien le tengo un gran cariño y conozco por haber sido entrenado por él, Brasil no debería esperarlo. En mi opinión, la selección es para un director técnico brasileño. Diniz debería continuar y llegar a la Copa del Mundo”.

La inquietud se acrecienta porque Ednaldo Rodrigues hace un tiempo dio por confirmado que en julio próximo asumirá Ancelotti, que jamás confirmó esa información y mantiene el misterio sobre su futuro. Nadie asegura siquiera que se haya firmado un precontrato. “Sería un papelón histórico”, comentan periodistas brasileños de trayectoria sobre la posibilidad de que lo del italiano quede en la nada. Cafú, otro campeón del mundo en Japón y Corea 2002, tampoco se calló sus dudas: “¿Alguien escuchó decir a Ancelotti que será un honor dirigir a Brasil? ¿Qué sería lo primero que cualquier entrenador haría si firmase con la selección brasileña? Avisar al mundo que lo contrató el único pentacampeón. La selección brasileña es mucho más de lo que están haciendo con ella”.

Cuando surgió el interés de Brasil, en febrero de este año, Ancelotti se manejó al principio con respuestas diplomáticas, de cortesía. No era una propuesta más de trabajo, pero al mismo tiempo recalcaba que tenía contrato con Real Madrid hasta el 30 de junio de 2024 y que estaba dispuesto a cumplirlo. A medida que en las semanas siguientes se reiteraban las consultas sobre Brasil, Ancelotti se fastidió un poco y fue más terminante: “No voy a hablar más de este asunto. No hay ningún apuro. Tengo contrato hasta junio del próximo año y el total apoyo de Real Madrid. Cuando finalice la temporada veremos qué pasa”.

Desde Madrid, en las últimas horas trascendió un nuevo escenario. En Brasil aumentó la inquietud por la actualidad del seleccionado y verían con buenos ojos alguna señal de Ancelotti o de Real Madrid. Los tiempos empiezan a apurar. Ese mensaje no solo no lo dará el director técnico, sino que desde el club que preside Florentino Pérez están evaluando firmemente hacerle una oferta para renovar el vínculo por una temporada más. A Real Madrid tampoco le agrada el runrún que hay alrededor de su técnico y con esta movida apunta a despejar incógnitas.

Ancelotti está cumpliendo su segundo ciclo en Real Madrid. El primero fue de dos años y ahora va en camino de completar otros tres. En ese tiempo, ganó todo, no tiene deudas. Es un eficiente gestor de planteles con nombres pesados, sabe equilibrar la competitividad con la armonía del vestuario. En este curso, Luka Modric (38 años), una gloria de Real Madrid, está yendo al banco más que en todos los años anteriores. También a Toni Kroos le toca ver muchos minutos desde afuera. Ancelotti asume esa responsabilidad sin perder autoridad.

Por más méritos y reconocimientos que acredite, Ancelotti está sometido al escrutinio de los resultados, y más en un club con poca tolerancia a la derrota. Una mala temporada en la Champions League y en la Liga de España condicionaría mucho la continuidad a partir de mediados de 2024, pero en Real Madrid también lo piensan como un futuro embajador institucional. En junio próximo cumplirá 65 años. Hay plan B para el banco: el ascendente Xabi Alonso, exvolante del club y de muy elogiado trabajo en Bayer Leverkusen, puntero de la Bundesliga.

Si bien ser técnico de Brasil no lo obligaría a instalarse de manera permanente en ese país, Ancelotti valora mucho la vida que lleva en Madrid junto a su familia. Está cómodo e integrado a la ciudad. El principal ayudante de campo es su hijo Davide, de quien se dice que no alienta a su padre a venir a Brasil. Su yerno es el nutricionista del plantel.

En resumen, Ancelotti mantiene por ahora las valijas bien guardadas, mientras Brasil se impacienta porque lo que fue presentado como una planificación a largo plazo corre el riesgo de quedar en un grueso error de cálculo.

Las probables formacionesBraga: Matheus; Josafat Mendes, Serdar Saatci, Sikou Niakaté y Cristian Borja; Al Musrati y Rodrigo Zalazar; Álvaro Djaló, Ricardo Horta y Bruma; Simón Banza. Entrenador: Artur Jorge.Real Madrid: Kepa; Dani Carvajal, Antonio Rüdiger, David Alaba y Ferland Mendy; Federico Valverde, Aurelien Tchouaméni y Eduardo Camavinga; Bellingham; Rodrygo y Vinicius. Entrenador: Carlo Ancelotti.Árbitro: Michael Oliver (Inglaterra).Estadio: Municipal de Braga.Hora y TV: 16, Star+.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/brasil-no-solo-no-consigue-una-senal-de-carlo-ancelotti-sino-que-tiembla-por-una-propuesta-de-nid23102023/

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