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Bal Harbour. El oasis de Miami que no para de crecer y ofrece a sus visitantes una experiencia exclusiva, de lujo

BAL HARBOUR.- En los últimos años el turismo de lujo evolucionó. Lejos quedaron las propuestas que solo resaltaban las bondades de un destino. Hoy el éxito de un viaje está asociado a las expe...

BAL HARBOUR.- En los últimos años el turismo de lujo evolucionó. Lejos quedaron las propuestas que solo resaltaban las bondades de un destino. Hoy el éxito de un viaje está asociado a las experiencias que combinan dos características precisas: confort y calidad. En esta dirección la exclusiva villa de Bal Harbour, situada al norte de Miami Beach, redobla la apuesta. A sus playas paradisíacas, su gastronomía de primer nivel y sus boutiques de marcas de lujo, suma proyectos inmobiliarios imponentes y las más variadas propuestas de arte y cultura. Semejante oferta consolida a Bal Harbour como uno de los destinos internacionales premium más elegidos por parejas y familias.

A 15 minutos de South Beach

A tan solo 15 minutos del vibrante South Beach, y otros 15 de Wynwood Wall -el nuevo barrio artístico de Miami-, se encuentra la tranquila villa de Bal Harbour. Su población es de 3000 habitantes y sus 2,5 kilómetros cuadrados, rodeados de arenas blancas y aguas cristalinas en un ambiente seguro, invitan al relax.

En sus playas, recientemente ampliadas con 184.000 metros cúbicos de arena, se suman nuevas propuestas para disfrutar todo el año: clases de yoga y la proyección de cine en la playa son algunas de ellas. Los residentes y visitantes que se hospeden en los hoteles de la villa, también acceden de manera gratuita a los museos y espacios de arte más reconocidos de Florida, incluidos el Museo de Arte Pérez de Miami y el Rubell Museum, con su gran colección rotativa de arte contemporáneo y artistas emergentes.

En el extremo norte de la villa, el muelle de Bal Harbour, construido hace casi un siglo, está a punto de ser rediseñado. El proyecto busca crear un nueva atracción para los turistas y los residentes del lugar. Para ello, se construirán pasarelas que avanzan sobre el océano y otros espacios como ciclovías y jardines. Una opción para que los visitantes puedan distenderse en contacto con la naturaleza y el océano. “Su diseño, desde una vista aérea, creará un elemento característico que será reconocible para Bal Harbour y se convertirá en un hito icónico”, dice Jorge González, administrador del distrito Bal Harbour.

El mall “a cielo abierto” se expande

Otra de las novedades del lugar, es la ampliación del emblemático Bal Harbour Shops, “el centro comercial más productivo del mundo”. En sus galerías a cielo abierto, donde resaltan las palmeras, la abundante vegetación y los estanques con peces y tortugas, se encuentran los locales de las marcas de lujo a nivel internacional como Chanel, Dolce & Gabbana, Ferragamo, Prada, Versace y Valentino.

A la par, el mall ofrece una gastronomía cosmopolita. El famoso restaurante italiano Carpaccio, el sofisticado Le Zoo con su menú inspirado en los cafés de París y las costas de Saint-Tropez, Makoto con su cocina tradicional japonesa, y la reciente incorporación de Aba, el primer restaurante del grupo “Lettuce Entertain You” localizado en el sur de Florida, que fusiona los sabores del mediterráneo con fuerte influencia proveniente de Israel, Líbano, Turquía y Grecia.

Desde su inauguración, en 1965, el centro comercial fue un éxito. ¿La clave? Un formato diferente al del mall tradicional: a cielo abierto. Un concepto innovador para aquella época que hoy se convirtió en tendencia mundial. La propuesta de su desarrollador, Stanley Whitman, fue armonizar la belleza natural del paisaje de la Florida con la posibilidad de visitar las tiendas de los principales diseñadores de lujo que, en ese entonces, solo se encontraban en Les Champs-Élysées en París o en la Quinta Avenida de la ciudad de Nueva York. Y lo logró. Actualmente, Bal Harbour Shops es el centro comercial más rentable por metro cuadrado de los Estados Unidos.

Cuenta con más de 100 marcas exclusivas de moda y una larga lista de espera de diseñadores internacionales que quieren instalar sus boutiques en el mall. El año próximo se finalizará el proyecto que duplicará su espacio comercial. Con una inversión de 550 millones de dólares, se sumarán 24.000 metros cuadrados que permitirán incluir 40 nuevas tiendas y restaurantes gourmet.

Gran variedad de hoteles de lujo

A metros de Bal Harbour Shops, cruzando Collins Avenue, se encuentra el St. Regis Bal Harbour. Este exclusivo Resort, considerado uno de los más importantes de Miami, deslumbra a sus huéspedes desde el inicio de la estadía con un imponente lobby de mármol, espejos y arañas de cristal.

El resort, categorizado como cinco estrellas por la Guía de viajes Forbes y cinco diamantes de la AAA en Miami, por noveno año consecutivo, tiene una historia legendaria. Desde sus orígenes revolucionó el concepto de lujo. El primer St. Regis se inauguró a principios del siglo pasado, en Nueva York. Su dueño, el Coronel John Jacob Astor IV, abrió en el centro de Manhattan un hotel innovador: todas las habitaciones contaban con mayordomo, teléfonos y los elevadores estaban decorados con bronce. Los periódicos de la época lo señalaban el “hotel más lujoso del mundo”. Pero lamentablemente, Astor no pudo disfrutar por mucho tiempo su majestuosa obra. Falleció en el naufragio del Titanic, el 15 de abril de 1912, y las crónicas lo señalan como el pasajero más rico a bordo de la embarcación. En la actualidad, la familia Astor es la que dirige el hotel y mantiene el legado de confort y lujo que lo distinguió desde sus comienzos.

Una tradición con la que el hotel agasaja a sus huéspedes al atardecer es la de abrir las botellas de champagne con la técnica del sableado. Una práctica que se remonta a la época de Napoleón Bonaparte y sus batallas. Era conocida la costumbre del Emperador de los franceses de abrir botellas de champán con su sable tanto en la victoria como en la derrota. “Champán: en la victoria uno lo merece; en la derrota uno lo necesita”, solía decir Napoleón.

Para familias Pet Friendly también

En Bal Harbour todos los miembros de la familia son bienvenidos, incluso las mascotas. Actualmente, es una escena común cruzarse en el lobby de sus lujosos hoteles perros de todas los tamaños y razas.

Uno de los hoteles cinco estrellas pet-friendly es el Ritz-Carlton Bal Harbour, que posee una ubicación privilegiada por su tranquilidad, en el extremo norte de la villa, frente al mar, es el más cercano al muelle de Bal Harbour. Además, ofrece un programa con actividades especiales y un menú de servicio a la habitación con platos como “Puppy Love” (carne, huevos revueltos y arroz),o Tail-Chasin Chicken (pollo, tomate y arroz), entre otros.

Recientemente el alojamiento incorporó en la planta baja un local de la casa alemana de fragancias Krigler, un verdadero lujo ancestral. La marca elegida por Salvador Dalí, John Fitzgerald Kennedy, Ernest Hemingway y actualmente Máxima Zorreguieta, fue fundada en 1860.

También sobre la Collins, a pocos metros del lujoso hotel, se encuentra el tradicional Sea View Hotel, uno de los más antiguos del lugar, inaugurado en 1948. Es considerado uno de los mejores en la relación precio-calidad y durante la pandemia recibió una gran cantidad de huéspedes argentinos que llegaban a Miami para vacunarse.

El favorito de familias con niños y viajeros de estadías prolongadas es sin dudas el Beach Haus Residences Bal Harbour. A a solo unos pasos de la playa, a lo largo del canal intracostero de Bal Harbour, sus amplios estudios con cocinas completamente equipadas brindan la misma comodidad que un hogar. Beach Haus es la mejor alternativa para vivir como un local y al mismo tiempo relajarse para disfrutar de unas vacaciones memorables.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/bal-harbour-el-oasis-de-miami-que-no-para-de-crecer-y-ofrece-a-sus-visitantes-una-experiencia-nid04072023/

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