Luego de que este sábado Dan Breitman revelara cuáles son las condiciones que le puso a la producción para imitar al líder de La Libertad Avanza en Bailando 2023, el verdadero Javier Milei sorprendió a todos al aparecer en el programa. El candidato presidencial acompañó a su flamante novia, Fátima Florez, que esta vez realizó una de sus clásicas imitaciones: se puso en la piel de una “amiga de la casa”, Carmen Barbieri. Mientras ella hacía su show, con las típicas frases y mohines de la exvedette, Marcelo Tinelli paró todo, salió del estudio y fue al encuentro del candidato presidencial.

En ese momento, Milei se encontraba arriba de su auto, esperando a su novia. Tinelli se acercó y le pidió si podía bajar un poco la ventanilla. El candidato accedió, pero solo dejó que se vea la mitad de rostro. A pesar de que el conductor le preguntó si no quería ir al estudio para acompañar a Florez, el líder libertario se negó.

“Solo vine a buscar a Fátima. ¡Dale!. O sea, la vine a buscar”, se justificó Milei. “Es que, justamente, estábamos hablando sobre dolarización no o dolarización sí”, intentó persuadirlo el gerente de programación de América, pero solo consiguió una lacónica respuesta. “Dolarización, sí. Basta de emisión y que nos roben con la inflación”, lanzó el candidato.

La pantalla mostraba por un lado a Tinelli, agachado a la altura de la ventanilla del auto de Milei y por otro a Florez en el estudio, atenta a lo que ocurría con su pareja y sonriente. “Somos vecinos, Javier. Mi hijo tiene una foto con usted. Me dice siempre que lo ve con sus amigos del colegio en la esquina de una estación de servicio”, insistió el conductor, pero no pudo convencerlo de que bajara de su auto. “No. De hecho, esto no debería estar pasando”, volvió a justificarse el economista. Entonces, al conductor se le ocurrió que fuera la imitadora la que se acercase hacia el estacionamiento.

Por supuesto que la artista sí aceptó, pero antes de que se hiciera presente, Tinelli arremetió: “Vivimos a cuatro cuadras. ¿No me pueden llevar a casa cuando termine el programa?”. “No, es un auto para dos”, respondió Milei, visiblemente incómodo. “¿No puedo ir sentado sobre Fátima?”, bromeó el animador. “No sería lo mejor”, llegó a contestar el candidato.

Ya con la humorista junto a ellos, Tinelli le consultó: “¿Carmen, usted no podría hacer que Milei baje la ventanilla?”. Sin salir del personaje y evasiva, Florez respondió: “El señor es el león y si yo soy la leona, tendríamos que estar juntos. ¿No les parece? Que entre a rugir un poquito. Pero lo vamos a dejar que esté ahí, tranquilo”, se justificó.

“Que baje un poquito el vidrio, lo saludo, nada más, y lo dejo tranquilo”, volvió a requerir Tinelli. Pero Florez no quiso incomodar a su novio, y aun en el rol de Barbieri, dijo: “Como La Libertad Avanza, dejémoslo que haga lo que él quiera”. Sus palabras tampoco conformaron al responsable del programa, que otra vez expresó. “La Libertad Avanza, pero él está encerrado. ¿No puede bajar el vidrio un minutito nada más?”.

Finalmente, se dio por vencido y emprendió el regreso al estudio junto a la imitadora. “¿Lo conoce, usted?”, le preguntó mientras caminaban juntos. “Lo conozco por Fátima, porque ella está muy de novia, está muy enamorada. Los dos están muy bien. Es más, creo que la viene a buscar porque se van ahora juntos. Todavía tienen que definir dónde. Fátima todavía tiene que comer. Yo sé que ella muchas veces le cocina a Milei. Le gusta hacerle huevos revueltos. Ella come mucha dieta proteica y a Milei también le gustan los huevos de gallinas libres”, respondió la humorista, con la voz de la madre de Federico Bal.