ROSARIO.- A Sabrina Vanina Maturana le faltaban un par de semanas para dar a luz. El 7 de septiembre a la noche, con la lentitud propia de su embarazo casi a término, caminaba por la zona norte de la ciudad con sus cinco hijos, el mayor, de 10 años. Eran las 22.30 y acababan de bajar del colectivo, de regreso a su casa. Dos cuadras antes de llegar, en Baigorria y Doctor José Pérez, los alcanzó una moto negra. Dos sicarios abrieron fuego, casi sin detenerse. Fue una ráfaga descomunal. Sabrina cayó, atravesada por 15 proyectiles; las balas alcanzaron, dentro del vientre, al niño que esperaba nacer. Los esfuerzos posteriores de los médicos para salvar al bebé fueron estériles. Los cuidados de casi dos semanas para tratar de que la madre sobreviva, también: la joven, de 29 años, murió esta mañana.

La historia de Sabrina Maturano es cruda y trágica. La joven solía ir con sus hijos al centro de Rosario para pedir limosna. Desde hacía días vivía en la casa de una de sus hermanas, en el barrio Nuevo Alberdi, en el noroeste de la ciudad. Dormían en esa casa precaria, y subsistían del dinero que juntaban en las calles. Se había refugiado en la casa de su hermana luego de haber sufrido episodios de violencia de género de parte de su pareja, a la que denunció.

Antes de atacarla, los sicarios dieron varias vueltas en moto por el barrio. Los investigadores creen que la estaban esperando. Minutos después de que bajó del colectivo y caminaba por la calle con los cinco niños la balearon. Los chicos salvaron su vida de casualidad, relataron las fuentes. En realidad, el mayor recibió un roce de bala en la espalda, sin la entidad suficiente como para poner en riesgo su vida.

Los vecinos llamaron al 911 y unos minutos después llegó una ambulancia del SIES, que trasladó a la mujer al hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria, donde fue intervenida quirúrgicamente. Los médicos informaron que Maturana había perdido su embarazo. Tomás Diez, director del centro asistencial, explicó que la joven entró en la guardia y fue derivada inmediatamente al quirófano, donde se le practicó una cesárea de urgencia para “tratar de salvar al bebé”, que “falleció por las heridas de bala” que Sabrina había sufrido serias lesiones en el abdomen

Este hecho sangriento en Rosario se produjo en un contexto atravesado por una intensa violencia que no logra bajar en esta ciudad. En lo que va de este año se cometieron 192 asesinatos en el departamento Rosario, una cifra que no marca un descenso de los homicidios, que el año pasado marcaron un récord histórico de 288 crímenes.