Aprender a manejar bien puede ser un desafío. Uno que demanda un conjunto de habilidades y conocimientos que puedan operar de manera simultanea. En el plano de la teoría, es necesario memorizar las leyes de tránsito. Y en la práctica, hay que dominar todos los comandos del vehículo, y saber usarlos rente a las varias escenas que pueden darse en un entorno vial. A todo esto se agrega el factor psicológico y el miedo al volante que abunda en las nuevas generaciones.

Se trata de una tarea que depende de uno mismo como conductor individual, pero también de lo que hacen los otros conductores. En este sentido, si bien existen precauciones que pueden tomarse al volante, hay situaciones que no pueden evitarse y es importante saber cómo encarar.

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La semana pasada una instructora de manejo del Reino Unido difundió un video de cómo ayudó a una de sus alumnas a sortear un accidente en potencia. El video, publicado en la cuenta de TikTok de la experta, muestra a la dupla (alumna al volante e instructora en el asiento de la copilota) en pleno ruedo, por una ruta tranquila y vacía, cuando de repente, a través del espejo retrovisor se ve cómo un auto se acerca a toda velocidad para hacer un sobrepaso mientras que, en simultáneo, en ese carril opuesto se acerca otro auto.

Frente a esta situación, la instructora decide intervenir: toma el volante y presiona los frenos de control dual, sin previo aviso, aunque a los pocos segundos se disculpa por los hechos con su alumna: “Perdón. No es tu culpa”, le explica. El objetivo de dicha maniobra, luego explicó, fue dejar un espacio considerable a los dos autos que de otra forma hubieran chocado.

“Qué bobo”, se queja la conductora en el video. “Lo que hizo es muy peligroso, y más cuando hay tráfico en sentido contrario”. Además, para la sorpresa de ambas, ni bien avanzaron unos metros en la ruta, volvieron a ver al auto que, evidentemente, no estaba tan apurado. “Lo que hizo fue súper innecesario. Mirálo, está ahí. Se apuró en pasarnos para nada”.

La cinta no termina ahí. Después de mostrar la secuencia, la mujer aprovechó para responder preguntas que surgieron entre otros de sus alumnos. La primera es: “¿Pasar por una situación así equivale a reprobar el examen práctico de manejo?”, a la cual respondió un rotundo no.

“Si te sucede algo parecido a esto y tu examinador se ve forzado a tomar el volante, no es tu culpa. Es la culpa del conductor arriesgado e inconsciente que tuviste la mala suerte de cruzarte”. La mujer hace énfasis en que lo importante en este tipo de situaciones es que el conductor pueda manejar la situación de la forma más segura posible”.

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Sí aclara que, ante todo, lo crucial y definitorio en la evaluación de todo conductor novato, es que esté consciente de su entorno. La mujer explica que, aunque lo más lógico es que, al final de la clase, el instructor quiera hablar sobre lo que pasó, para poder sacar conclusiones, de ahí a reprobar al alumno, hay un abismo de por medio.