Las escenas en el cine donde una cámara detrás del espejo registra todo lo que sucede en la habitación no solo forma parte de la ficción. Recientemente, una pareja de Texas demandó a un hombre de Maryland después de que, supuestamente, este los filmó mientras compartían un momento íntimo en el baño de la casa que alquilaron por medio de Airbnb.

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En agosto del año pasado, Kayelee Gates y su prometido, Christian Capraro, hicieron un viaje de casi 24 horas a Silver Spring, en Maryland, para pasar dos días en una casa que reservaron por la famosa plataforma de hospedaje particular cuando descubrieron que eran observados a través de cámaras ocultas.

Durante la primera noche, tuvieron intimidad “mientras estaban en el baño compartido” y luego de eso “se acostaron en la cama, pusieron una película y comenzaron a relajarse”, de acuerdo con documentos judiciales a los que Fox 5 afirmó que tuvo acceso.

Mientras estaban acostados en la cama, Capraro comenzó a sospechar después de notar que la habitación tenía dos detectores de humo, ya que se gana la vida vendiendo este tipo de dispositivos, uno encima de la cama en el medio del techo y otro en una esquina.

Lleno de dudas, se dedicó a desmontar los detectores, para luego descubrir que había una cámara oculta dentro del que estaba sobre la cama. Al revisar la habitación en detalle, se dieron cuenta de que había otro con una cámara en el baño.

La pareja decidió abandonar la casa de inmediato. Para tener cómo probar lo que sucedía, Capraro sacó la cámara oculta del dormitorio y fueron a un hotel. Desde allí, llamaron al Departamento de Policía del condado de Montgomery para denunciar lo que ocurrió en 1103 Dale Drive, Silver Spring.

En una de las imágenes que se desprende de la demanda, se pudo observar una foto del detector de humo junto con la imagen de la pantalla de un celular, donde se aprecia que en el mercado se vende dicho aparato con la cámara camuflada incorporada.

Por su parte, la situación conmocionó a Gates, quien expresó que sintió “vergüenza, humillación y pérdida de identidad” tras lo ocurrido. “Definitivamente, he llorado mucho por esto. Puedo sentir que mi corazón comienza a latir muy fuerte cada vez que pienso en esta situación. Me da ansiedad incluso hablar de ello”, dijo la joven, según consignó el medio estadounidense.

Cuando la policía respondió al llamado de Gates y Capraro, acudió a la residencia y en una inspección descubrió otra cámara oculta en un detector de humo instalado en el sótano de la vivienda, donde se hospedaba otra persona.

De acuerdo con Fox5, el canal intentó ponerse en contacto con Christoper Goisse, el dueño de la propiedad, pero este se negó a hablar. Cuando fue confrontado por lo ocurrido hace un año, negó haber actuado mal y, por el contrario, sostuvo que existía una “posibilidad” de que fuese el propio huésped quien instalara las cámaras de seguridad para luego llamar a la policía.

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Del texto de la demanda se desprendió que el dueño de la propiedad tiene un mes para presentar su respuesta. La pareja de jóvenes espera una compensación de 75.000 dólares por los daños, el estrés y la tensión que les produjo la invasión a su privacidad.