La euforia por la llegada del astro Lionel Messi al Inter Miami está en su punto máximo. En un intento de hacer lo posible para que la mayor cantidad de aficionados pueda estar presente en los partidos del equipo como local, los propietarios de la franquicia de fútbol querrían ampliar la capacidad del DRV PNK Stadium. Sin embargo, su supuesta iniciativa causó un conflicto con las autoridades de la ciudad de Fort Lauderdale, porque los trabajos no tendrían el permiso correspondiente.

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Fort Lauderdale amenazó con emitir una orden de clausura de los trabajos que se estarían realizando en el estadio del Inter de Miami, por hacer modificaciones en la estructura sin solicitar las autorizaciones necesarias del gobierno local. El periódico South Florida Sun Sentinel reveló que el dueño de la nueva franquicia de La Pulga, Jorge Mas, contrató a personal para habilitar 3000 asientos adicionales a los 18.000 espacios que ya existen.

El miércoles por la tarde, el gobierno local envió una nota a Stephanie Toothaker, negociadora del Inter Miami ante las autoridades, en la que le avisaba que la ciudad estaba en proceso de poner un aviso de suspensión de actividades en el estadio, a lo que ella respondió: “No hay trabajos de construcción en el estadio DRV PNK, por lo que no hay nada que suspender“.

Después de esto, la fiscal adjunta de la ciudad de Fort Lauderdale, Rhonda Hasan, lanzó una nueva advertencia: “Solo para que quede claro, continuar trabajando una vez que se ha emitido una orden de suspensión de trabajo puede ser un delito que se castiga con arresto. Exigimos que Inter Miami siga las leyes del estado y la ciudad”.

El artículo del diario local dio cuenta de una constante tensión entre la ciudad de Fort Lauderdale y el Inter Miami durante los meses recientes, en el que están en juego al menos 1,4 millones de dólares de pago por permisos atrasados, la construcción de un parque público alrededor del estadio, así como un estacionamiento para los asistentes en un lote de ocho hectáreas, mismo que podría ser muy necesario ante el furor generado por Messi.

El martes pasado, el gobierno de Fort Lauderdale y los dueños del equipo acordaron sentarse a realizar una negociación que permita encontrar un beneficio integral. Tentativamente, Messi debutaría el próximo 21 de julio en un partido ante el club mexicano Cruz Azul, como parte de la Leagues Cup. Por lo tanto, los hinchas han mostrado su emoción de ver en la cancha al capitán de la selección argentina, quien el año pasado alzó la Copa del Mundo.

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“Estamos muy ilusionados con la llegada de Messi al equipo, pero hay cosas que deben solucionarse”, declaró el alcalde Dean Trantalis al Sun Sentinel al ser consulado sobre el conflicto entre el gobierno y la franquicia. “Tratamos al Inter Miami igual que a todos los demás y eso incluye el pago de las tasas del permiso de construcción. Esperamos que el club acepte el pago para que podamos seguir avanzando en el proceso en una dirección positiva. ¿Cuándo ocurrirá eso? La pelota está en su cancha”, complementó.