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A 50 años del Golpe en Chile. Una herida que después de medio siglo aun implora sanar

SANTIAGO DE CHILEBajo el título “Sin odio ni rencor”, la conocida historiadora chilena Lucía Santa Cruz, miembro de número de la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales de...

SANTIAGO DE CHILE

Bajo el título “Sin odio ni rencor”, la conocida historiadora chilena Lucía Santa Cruz, miembro de número de la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales del Instituto de Chile, rememoró estos días, en una columna del diario El Mercurio de Santiago, el siguiente episodio y su objetiva conclusión: “Llegué al colegio en Inglaterra catorce años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, una de las confrontaciones más sangrientas de la historia, con millones de muertos, exterminio racial, campos de concentración, persecuciones y una sucesión de actos de profunda crueldad recíproca, propios de un grave enfrentamiento bélico. Sin embargo, a pocos años la guerra no era un tema que obsesionara ni siquiera a sus protagonistas. Jamás noté sentimientos de odio, rencor hacia los alemanes, ni espíritu de revancha entre los derrotados. Pocos años después (…) a nivel político comenzaban las iniciativas para formar una Europa unida que garantizara que nunca más se enfrentara en una conflagración armada”.

Qué ha motivado, entre tanto, que el golpe de Estado que en 1973, hace 50 años, un día 11 de septiembre derrocó al gobierno de la Unidad Popular presidido en Chile por el presidente Salvador Allende, no tenga para muchos perdón ni olvido? ¿El bombardeo del Palacio de La Moneda como símbolo de la destrucción de una institucionalidad democrática excepcionalmente estable en Latinoamérica? ¿Los tres mil muertos y desaparecidos –quinientos de ellos miembros de las fuerzas armadas chilenas– que causó el golpe y sus secuelas? ¿El suicido de Allende, discutido por sus partidarios y finalmente certificado por organismos internacionales? ¿La fuerte represión ejercida por el gobierno militar, preocupado del desencadenamiento de una guerra civil, que realizó actos brutales como dar muerte en pleno Buenos Aires al General Carlos Prats, ex comandante en jefe del ejercito y ex ministro del interior de Allende?

Un importante libro, lanzado en la capital chilena en estos días, nos aproxima a la realidad de esa herida, que después de medio siglo aun implora sanar e impone la pregunta de cómo hacerlo. Hablamos de la obra A 50 años del 11 de septiembre de 1973 - Opinan diecisiete académicos, publicada por la mencionada Academia chilena –correspondiente con la argentina Academia de Ciencias Morales y Políticas– y editada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Los diecisiete autores, académicos chilenos del mayor rango en el campo de la elaboración del pensamiento social, político y moral, son todas personas que, aún jóvenes cuando acaecen aquellos sucesos en 1973, vivieron sin embargo de forma directa o semidirecta el transcurrir de los hechos –los de esa simbólica fecha, como asimismo los que antecedieron y siguieron– constituyendo esto un importante espacio en sus biografías. Esto, su rango testimonial, puede considerarse la verdadera unidad del libro, que conjuga una mirada al pasado desde hoy, tanto como una fuente de hoy para el mañana.

Se señala en la introducción que cuando se concibió hacer este libro, invitándose a participar al numerus clausus de los miembros de la mencionada academia, se concordó que no habría una pauta establecida. Se quería que la obra, además de amplia por el conjunto de disciplinas que se reúnen, tuviese la originalidad de las diversas miradas.

Esta pluralidad de juicios maduros y experimentados –conceptuado por los editores como un reflejo de la objetiva complejidad de aquel momento histórico y como una invitación a mirarlo desde lo alto y con sentido de futuro– ofrece en cada capítulo aspectos particularmente interesantes. Esto sin duda contrasta con la polarización y ausencia de procesamiento que muestran en Chile, y en otros lugares, juicios emitidos por personas que pertenecen a cuadros políticos actuales, que el 11 de septiembre de 1973 no habían aún nacido, cuya disposición polariza el debate en extremo. Sucede principalmente en los sectores que hasta hoy enarbolan las viejas banderas de la Unidad Popular allendista o afines, inclusive desde distintos países hispanoamericanos, pudiendo adivinarse y lamentarse el motivo interesado mas del todo ahistórico qué hay en ello.

El aludido fenómeno de radicalización que prolonga en los espíritus indefinidamente el proceso incoado en Chile en los años sesenta, induce a jamás declinar el discurso ante el antagonista. Dicha disposición hace la evolución de los procesos socio-culturales evidentemente difíciles, impidiendo “tornar la página” y meditar las lecciones que siempre entrega la historia, maestra de la vida.

La Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales declara, en la introducción a las comentadas páginas, que se precia del maduro pluralismo que refleja la obra. En ella participan, por ejemplo, con un capítulo cada uno, los numerarios José Joaquín Brunner y Cristián Larroulet, respectivamente ministros, por todo su período, del expresidente Frei Ruiz Tagle (Secretaría General de Gobierno) y de Sebastián Piñera (Secretaría General de la Presidencia). Asimismo los académicos Ernesto Ottone y Carlos Cáceres, jefe el primero del equipo de asesores directos de Ricardo Lagos en La Moneda (oficina conocida como “2° piso”), y ministro de Hacienda y último ministro del Interior de Augusto Pinochet, el segundo, acompañándole hasta la entrega del mando al presidente Aylwin.

Tema de relevancia es, en alguno de los autores, la compresión de la cuestión del perdón. En consonancia con el testimonio inicial de la académica Santa Cruz relativo a Europa, resuena en esas argumentaciones, y es citado, uno de los famosos discursos de Winston Churchill en la posguerra: “Si queremos salvar a Europa de una desgracia sin fin y de una desaparición definitiva, debemos basar esa salvación en un acto de fe en la familia europea y en un acto de olvido de todos los crímenes y errores cometidos”.

Esta disposición moral –muchas veces impulsada y otras tantas frustrada– evidentemente no solo cabe referirla a Chile, a lo que en este país sucedió y ahora se recuerda; a la primera pregunta que se formuló antes, en el segundo párrafo de este texto. Pari passu es una cuestión que se hace también presente, en distintos grados, en toda Latinoamérica, allí donde hubo confrontaciones intestinas graves.

Es la idea –que responde por lo general a la ideología– de que rechazar el perdón es una forma de castigar al otro. La experiencia de los siglos muestra empero que no es así, sino más bien al contrario: el que rechaza el perdón se castiga a sí mismo, torturándose interiormente, impidiéndose de vivir en paz (convierte la justicia en venganza y el amor en debilidad, ha señalado Francisco). Para ser extinguida, cualquier guerra necesita del perdón (id.).

En el lenguaje de la vieja sabiduría clásica, sobre el tema del perdón, se puede recordar a este propósito al Dante en su Divina Comedia, quien sitúa el Lete, el río del olvido, en la cumbre del Purgatorio: aquí las almas, tras haber conocido y expiado sus faltas, pueden finalmente olvidarlas para acceder a la felicidad eterna del Paraíso, permaneciendo en ellas solo el recuerdo de lo bueno. En el Infierno, por el contrario, los condenados que no han realizado la purificación de la memoria, obligados a recordar el mal que han cometido, se lo echarán en cara por toda la eternidad.

Lejos del Dante, en un contexto de humanismo a la baja y de expansión de un tecnologismo seudo-racionalista, el entorno cultural, contemporáneo y global, no facilita una reflexión de ese tenor. Lo cual es difícil tarea para un genuino progreso histórico que implora, como lo señaló Benedicto XVI en Caritas in veritate, una nueva síntesis humanista.

Presidente de la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales Instituto de Chile

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/ideas/a-50-anos-del-golpe-en-chile-una-herida-que-despues-de-medio-siglo-aun-implora-sanar-nid16092023/

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