“Plan platita”: a las provincias les cuesta unos $1417 millones, pero los gobernadores peronistas “bancan” esperando que impacte en el consumo
CÓRDOBA.- Los gobernadores de todas las provincias y el jefe de Gobierno porteño cofinancian el “Plan platita” del ministro y candidato Sergio Massa. La exención y suba del mínimo no imponi...
CÓRDOBA.- Los gobernadores de todas las provincias y el jefe de Gobierno porteño cofinancian el “Plan platita” del ministro y candidato Sergio Massa. La exención y suba del mínimo no imponible de Ganancias y el programa “Compre sin IVA” implican hasta fin de año un costo fiscal para las provincias de $1417 millones, porque ambos impuestos son coparticipados. Sin embargo, los mandatarios peronistas prefieren acompañar con la expectativa de una mejora del consumo. Desde la oposición, en cambio, el cordobés Juan Schiaretti -también candidato- salió al cruce y el jujeño Gerardo Morales anunció que presentará una medida cautelar ante la Corte Suprema; podrían acompañarlo los otros opositores.
LA NACION realizó consultas a ministros de Finanzas y gobernadores de una decena de provincias peronistas y coincidieron en que la expectativa es que las medidas ayudarían a “recomponer” el bolsillo y, en consecuencia, el humor de los electores. Admiten que la inflación seguirá alta, pero creen que es “lo que se podía hacer”.
El intrépido “piromaníaco” y el “loco” de la motosierra
Desde las PASO, los mandatarios vienen cruzando reclamos con Massa: ellos pidieron más coordinación y un mensaje “esperanzador” y el candidato les reclamó “más compromiso”. Hace una semana, en Tucumán, firmaron la paz. A las pocas horas comenzó la serie de anuncios para “paliar” el efecto de la devaluación “obligada” por el Fondo Monetario Internacional (FMI), según argumentaron desde la Nación.
“Se puso el traje de candidato; no queda otra. Los tiempos se acortan y hay que buscar recuperar votos”, se sinceró un funcionario de una provincia grande gobernada por el oficialismo. En agosto, las transferencias a las provincias por fuera de la coparticipación crecieron 22%, la mayor suba en los últimos 22 meses. Los gobernadores aliados esperan que este mes y durante octubre esos giros se sostengan.
Apenas Massa fue elegido candidato, en una jugada en la que los gobernadores incidieron, se planteó que por la mejor situación fiscal de las provincias que de la Nación y porque el FMI no las monitorea, era posible que tuvieran que colaborar si había un “plan platita”.
La consultora Aerarium estimó que, en el caso de los cambios en Ganancias, el costo fiscal para el conjunto de provincias y CABA rondaría los $577.600 millones. En base a los envíos acumulados entre enero y agosto, el costo equivale a 12 días hábiles de transferencias, de modo que la pérdida directa sería equivalente a medio mes de coparticipación.
Buenos Aires, con $122.259 millones, encabeza el ranking de las más afectadas. Un golpe para las arcas del gobernador Axel Kicillof, que fue uno de los que se sumó a la entrega del bono a cuenta de paritarias. Le siguen Santa Fe, con $50.722 millones, y Córdoba, con $49.435 millones.
El cordobés Schiaretti planteó: “Massa se hace el Papá Noel con plata que es de las provincias y los municipios, porque del impuesto a las ganancias cada peso que se recauda, 61% va a las provincias y a los municipios. En el caso de Córdoba esa decisión unilateral, significa que el conjunto de municipios y la provincia vamos a recibir 4 mil millones de pesos menos por mes.”
Entre Ríos ($27.184 millones), Tucumán ($26.487 millones), Mendoza ($23.126 millones) y Santiago del Estero ($23.002 millones) son los otros distritos más perjudicados. El costo para CABA es de $13.734 millones. “Es un parche de este gobierno que fracasó”, evaluó Horacio Rodríguez Larreta.
El gobernador radical de Corrientes, Gustavo Valdés, indicó que lo está haciendo Massa “genera inconvenientes a todas las provincias argentinas” y calificó de “demagógicas” las medidas. Su provincia pierde $20.696 millones.
En el caso del IVA, las provincias reciben por coparticipación el 54% de lo recaudado. La estimación de máxima del costo fiscal mensual es de unos $389.000 millones, por lo que hasta fin de año para los estados subnacionales la pérdida sería de unos $840.000 millones.
“No queda nada más que acompañar; en términos de cuentas propias, la inflación ayuda a licuar parte del impacto. Hay que llegar lo mejor posible a la elección y Massa entiende que este es el camino”, sostiene el ministro de un distrito norteño del peronismo.
Los gobernadores del Norte le prometieron al candidato que para octubre pueden recuperar un millón de votos y, en esa línea, optaron por “bancar” los anuncios que realizó y que son fuertemente cuestionadas por economistas independientes que entienden que no harán más que acelerar la inflación.