“Maté a mi novia”, le dijo Gerardo Landriel, de 51 años, a su inquilino antes de entregarle las llaves de su casa de Isidro Casanova, en La Matanza. Poco después, tras la confesión, la policía bonaerense halló el cuerpo de una mujer envuelto en una bolsa de tela y enterrado debajo de un contrapiso de una de las habitaciones de la vivienda.

Así lo informó la agencia de noticias Télam. El homicidio fue descubierto ayer. La víctima, de entre 40 y 45 años, aún no fue identificada por los investigadores y, de acuerdo de los resultados preliminares de la autopsia, el cuerpo presenta signos de ahorcamiento y golpes.

Tras la denuncia, personal de la policía bonaerense allanó la vivienda, situada en Conarco al 5800, en Isidro Casanova, en una de las habitaciones, debajo de un contrapiso, encontró el cadáver envuelto en una bolsa de tela.

El sospechoso no tiene antecedentes por violencia de género. De acuerdo a los testimonios de vecinos, anteanoche se escuchó una discusión entre Landriel y la víctima, quien había amenazado con “traer gente de la villa a prenderle fuego la casa”, según las fuentes citadas por Télam.

Agentes de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza, junto a oficiales de la Estación Departamental del mismo distrito, comenzaron la búsqueda del sospechoso, quien tenía intenciones de darse la fuga hacia el interior del país para luego huir hasta Paraguay.

No obstante, el acusado fue detenido en la denominada Rotonda de San Justo, situada sobre la ruta nacional 3, cuando intentaba tomar un ómnibus.

El presunto femicida quedó a disposición de la fiscalía de turno, a cargo de Claudio Fornaro, quien imputó lo imputo del delito de “homicidio agravado”, que prevé una pena de prisión perpetua.