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“Cambió el viento y el fuego se vino encima”: la desesperación de una vecina de Punilla que combatió las llamas cuerpo a cuerpo

CÓRDOBA.- “Trabajamos tratando de contener las llamas hasta que vimos que el fuego ya estaba encima. Estábamos controlados por Seguridad Ciudadana de la comuna de Cabalango y los bomberos aboca...

CÓRDOBA.- “Trabajamos tratando de contener las llamas hasta que vimos que el fuego ya estaba encima. Estábamos controlados por Seguridad Ciudadana de la comuna de Cabalango y los bomberos abocados al foco más grande. En ese instante cambió el viento, fue un segundo. Se dio vuelta y el fuego estuvo encima”. Así cuenta a LA NACIÓN Adriana Creza cómo el martes por la tarde pensó que su casa de la villa serrana, doce kilómetros al oeste de Carlos Paz, se quemaría. En los 30 años que visita esa zona del Valle de Punilla nunca vio ni vivió nada parecido.

Recién en la madrugada del miércoles los focos del sur del área lograron ser contenidos. Los aviones sobrevolaron ese territorio y confirmaron que estaba controlados. Unos 1000 bomberos habían trabajando toda la noche y la madrugada, después de un martes de horror, con calor, sin humedad y con ráfagas de viento de hasta 70 kilómetros por hora.

Eran alrededor de las 18 del martes cuando Creza, al igual que sus vecinos, debieron dejar las mangueras y los baldes con los que intentaban “enfriar” la zona y trasladarse hacia la plaza de Cabalango: “Estoy convencida de que si no estábamos acá y mojábamos el perímetro, la casa se iba a incendiar por completo.. Ahora vemos que las llamas pasaron por arriba. Fue en ese momento donde nos ordenaron evacuar”, describe.

Este miércoles, un día después del terror, la temperatura bajó casi 20°C. Sin embargo, aún no llegan las lluvias a las zonas afectadas. Los vecinos miran con desolación los daños que sufrieron el paisaje y la fauna. “La imagen es de tierra arrasada”, indica Creza.

La vecina no se cansa de agradecer al personal de la comuna que “acompañó” a los vecinos, a los bomberos que trabajaron sin cesar y también a dos chicos, que “aparecieron con una camioneta con agua y trabajaron a la par nuestra de manera desinteresada. No eran de la zona, pero viendo en la televisión lo que pasaba dijeron ‘tenemos que hacer algo’ y llegaron. Ayudaron a muchas familias”.

Las llamas alcanzaron una altura de entre 15 y 20 metros, con un viento imparable que, además, rotaba de manera permanente. Alrededor de las 22 cuando se había controlado el fuego en Villa Carlos Paz, un giro de las ráfagas llevó las llamas hacia Cabalango. En ese momento, la orden fue evacuar el pueblo de 800 habitantes.

“Salimos del terreno con las llamas altas y nos aglomerarnos en la zona de la plaza –relata Creza–. Desde donde estábamos podíamos ver que toda la zona estaba prendida fuego. Los últimos vecinos que salieron de nuestro terreno nos dijeron que creían que la casa ya se había incendiado. Así que nosotros teníamos esa idea, que ya no quedaba nada. Cuando pudimos volver, a la medianoche, encontramos que seguía en pie”.

A esa hora todos se sumaron a la tarea de apagar los restos del fuego. Poco después se reinició un foco al pie del monte. “Teníamos terror de que volviera a avanzar, pero se pudo contener”, admite.

Bajo control

El secretario de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil, Claudio Vignetta, indicó que alrededor de las 16 de este miércoles se registró un reinicio de fuego en la zona del Paraje Santa Cruz, jurisdicción de Tulumba, y un foco activo en Los Corralitos, en La Paz, en Traslasierra.

En Tulumba, se presentan ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora. Allí, trabajan equipos de bomberos y dos aviones hidrantes. Mientras que en Los Corralitos, el foco tiene lugar en una zona denominada Loma Bola, y se trabaja con cinco cuarteles y con el personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes de Traslasierra. En ninguno de ellos, se presentan riesgos para las viviendas.

El Ministerio de Gobierno realizó un Aporte del Tesoro Provincial de $41.500.000 para las localidades afectadas: Icho Cruz, Cuesta Blanca, Cabalango, San Antonio Arredondo, San Clemente, Villa Carlos Paz, Mayu Sumaj y Villa Tulumba recibieron $5.000.000 cada una. Y a la localidad de Anisacate se le destinó un millón y medio de pesos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/cambio-el-viento-y-el-fuego-se-vino-encima-la-desesperacion-de-una-vecina-de-punilla-que-combatio-nid11102023/

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